Lo nuevo es que ahora se incluyen en la lista actualizada de enfermedades, cuya aprobación formal está prevista en la Asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que comenzó este lunes en Ginebra.
Su incorporación al catálogo, que incluye aproximadamente 55 mil enfermedades, síntomas y causas de lesiones, no está, sin embargo, exenta de polémica. Ello obedece, en primer lugar, a que el diagnóstico es complejo.
Obsesión por el sexo
Robert Jakob, jefe del Grupo de Clasificaciones (ICD) de la OMS, explica que el consumo desproporcionado de pornografía o de sexo telefónico puede ser considerado un comportamiento sexual compulsivo.
La neurobióloga y psicoterapeuta alemana Heike Melzer lo define como una ocupación obsesiva con las fantasías sexuales. Además, explica que con el tiempo el afectado va requiriendo dosis mayores, en este caso, por ejemplo, películas más explícitas o actores cada vez más jóvenes.
Para la especialista, el hecho de que sea reconocido como enfermedad marca un hito, porque “para los afectados será más fácil encontrar terapeutas”.
Heike Melzer indicó a la agencia DPA que en Alemania hay una cantidad estimada de medio millón de adictos al sexo y la pornografía, en su mayoría hombres (cerca del 90 por ciento). A ellos se suma un número aún mayor de personas indirectamente afectadas, como las parejas y otros familiares.
El vicio de los videojuegos
También los videojuegos y juegos en línea pueden provocar adicción. Su inclusión en el catálogo de la OMS provocó lógicamente protestas en la industria del ramo, que manifestó el temor de que quienes juegan con mucha frecuencia sean catalogados como personas necesitadas de terapia.
Robert Jakob aclara que “nadie que simplemente juegue mucho en la computadora o el celular puede ser calificado de enfermo”. Para la OMS, el problema se plantea cuando una persona, durante más de 12 meses, subordina todos los aspectos de su vida al juego, cuando pierde a sus amigos y descuida hasta la higiene personal.
“No hay motivo para retirar ese juego patológico del catálogo”, indicó el experto, en vísperas de la asamblea de la OMS. En Alemania, cerca de un 70 por ciento de los adolecentes juegan videojuegos.
De acuerdo con un estudio realizado por el Centro Alemán de Adicciones y una caja de seguro de salud, se calcula que unos 465 mil niños y jóvenes presentan perturbaciones en su comportamiento relacionado con el juego, hasta llegar a la adicción.
Discusión han provocado también algunos otros cuadros que la OMS considera pertinente incluir en el catálogo de enfermedades, como el “trastorno persistente de duelo”.
Una organización alemana que se ocupa de enfermos terminales se manifestó en principio satisfecha de que se establezca un diagnóstico que “permita a las personas que han sufrido una pérdida recurrir a la ayuda psicoterapéutica”. Pero objetó la designación del cuadro, advirtiendo de que conlleva el peligro de concebir el proceso natural de duelo como un “trastorno” y de querer normar cuánto debe durar el proceso.