¿A qué hora es mejor comer para bajar de peso?

Escuchar al cuerpo es de beneficio, pero los expertos aseguran que para alcanzar una mejor salud se deben integrar diferentes elementos. Así, elegir los alimentos más sanos, tener un buen descanso, manejar el estrés, hidratarnos y ejercitarnos influye en esa meta saludable.

En el tema de los horarios de comida, los ritmos circadianos son un tema que podrían ayudar a comprender mejor los beneficios de respetar un horario en el diario vivir. El reloj biológico del cuerpo, la luz y oscuridad influyen en nuestras actividades.

El tema es tan relevante que en el 2017, los científicos Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young recibieron el Premio Nobel de Medicina por demostrar cómo las células tienen su propio “reloj interno” que ayuda a sincronizar el ciclo de sueño, temperatura corporal, apetito, digestión, metabolización de la grasa, fluctuaciones hormonales, ingesta de alimentos y procesos de desintoxicación. Este ciclo se encuentra en humanos, animales, plantas y microbios, y el desequilibrio del mismo genera grandes problemas

Por lo anterior, para quienes no cumplimos con horarios naturales de productividad, comida o descanso es necesario hacer cambios que nos eviten desequilibrios que luego le pasen una factura a nuestra salud.

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La nutricionista Carmen Rosa Guillén comparte que los horarios para comer tienen una influencia directa en nuestro metabolismo, en la calidad de la nutrición y nuestra vida.  “Funcionamos gracias a estos ciclos circadianos que se mueven por la luz, sol, vigilia, sueño y descanso.  Nuestro cuerpo responde gracias a ellos”, agrega.

“Existen ciertas hormonas que se liberan en la mañana para darnos energía y disponernos a trabajar física e intelectualmente y cuando cae la noche nuestro cuerpo segrega otras hormonas para el descanso”, dice Guillén.

Según la cultura china, en los ciclos naturales del cuerpo, cada órgano tiene un horario en el que funciona a su “máxima potencia”. Por ejemplo, los pulmones, entre las 3 y 5 horas de la mañana. Por consiguiente, ejercicios como los que se realizan en la meditación resultan más efectivos en este momento.

 En países como Estados Unidos, donde existen cambios de horarios por la entrada del invierno o la primavera, se ha comprobado que cuando se duerme una hora menos, apenas una semana después del cambio aumentan los problemas cardiacos en un 25 por ciento. Al cambiar el ciclo, ese porcentaje disminuye en igual proporción.

Los expertos recomiendan escuchar al cuerpo, sus sensaciones y necesidades para encontrar aquellos momentos en que nos sentimos mejor respecto de ciertas actividades. Probablemente necesite educarlo nuevamente para establecer rutinas más sanas.

Guillén explica que en la cena se debería comer antes de las nueve de la noche, lo recomendable es una cena que sustente y le haga sentir bien.  Lo más conveniente es con vegetales, grasas, proteínas o una fruta de postre.

Para romper el ayuno de la noche es importante comer en las mañanas.   A las seis de la mañana comienza el cuerpo a activarse porque es nuestro tiempo de vigilia, a partir de ese horario el desayuno debe ser fuente de proteína, fibra, vegetales y grasa, “un desayuno únicamente  dulce -pan, wafles, panqueques, cereales- puede se que no nos sustente y tengamos más hambre y sueño e influya en el peso”, agrega Guillén.  

Entre 12 y 14 horas es el tiempo para el almuerzo y es el tiempo que más variado pueda hacer con los diferentes grupos alimenticios.  Tanto a media mañana como media tarde podría tenerse una refacción saludable.

Al respecto, la nutricionista Helen Arango, agrega que las personas que no padecen enfermedades la recomendación es que coman cinco veces al día, en pacientes renales o diabéticos u otras enfermedades esta sugerencia podría ser de seis o siete tiempos en porciones ligeras.

“El metabolismo y la capacidad gástrica debe estimularse cada dos o tres horas”, comparte Arango.   Su recomendación es que comencemos a comer a los 30 minutos después de despertar, el desayuno nos permite rendir hasta un 75 a un 80% mejor, comparte.

¿Qué pasa si omitimos un tiempo de comida?    Los expertos explican que  bajar de peso se vuelve más difícil cuando se saltan las comidas, así que es importante que tenga un horario establecido. Cada persona, por sus actividades y gustos, podría necesitar una guía personalizada con un experto en nutrición que le ayude a equilibrar su diario vivir e integrarlo en beneficio de su salud.

Un horario para cada órgano

Leticia Rodríguez, doctora en medicina biológica de Clínica Hunab-ku, explica en qué momentos funciona mejor cada órgano y que podría beneficiar para mejorar los horarios de comida y de otras actividades.

• 1 a 3 de la mañana: hígado. Es importante descansar en este momento.

• 3 a 5: Pulmones. Período ideal para ejercicios de respiración.

• 5 a 7: Intestino grueso. Se recomienda empezar el ciclo de hidratación.

• 7 a 9: Estómago. Una mejor absorción de vitaminas y minerales.  Ideal para el desayuno.

• 9 a 11: Bazo y páncreas. Ideal para la concentración en el trabajo y para el ejercicio.

• 11 a 13: Corazón.

• 13 a 15: Intestino delgado. El almuerzo es recomendable en este horario.  Es importante caminar un poco mientras el cuerpo absorbe nutrientes.

• 15 a 17: Vejiga. Un té es ideal para este horario.

• 17 a 19: Riñones. Aproveche para estudiar y ejercitarse.

• 19 a 21: Pericardio. Al estar relacionado con el corazón, es un horario apropiado para las relaciones sentimentales y familiares, la cena podría estar en este horario.

• 21 a 23: Oxigenación, circulación, digestión y asimilación energética. Se recomienda la quietud.

• 23 a 1: Vesícula biliar. Ideal para dormir y descansar para ayudar a los procesos de limpieza internos.