Entre los nutrientes que pueden jugar un papel importante en relación con la función cognitiva se pueden destacar:
Proteínas
El huevo proporciona una elevada cantidad de proteínas de alta calidad, lo que tiene trascendencia en relación con la función mental, pues algunos aminoácidos participan como precursores en la síntesis de neurotransmisores.
Además, proporciona cantidades elevadas de triptófano, precursor del neurotransmisor serotonina (que condiciona el estado de ánimo, la función cognitiva, la atención, la percepción del dolor y el consumo de alimentos). Algunas investigaciones demuestran que al consumir proteína de huevo se logra un incremento de triptófano suficiente como para lograr un beneficio en la conducta o función cognitiva.
Calidad de la grasa y aporte de ácidos grasos
Diversas investigaciones han puesto de relieve la importancia de la calidad de la grasa de la dieta y del aporte de ácidos grasos para el desarrollo del cerebro y salud mental. Algunos estudios señalan que los niños de madres que ingieren suplementos de ácidos grasos omega-3 tienen mejores resultados en diferentes pruebas mentales, desarrollo psicomotor, coordinación ojo-mano y agudeza auditiva a los 4 años.
La ingesta de estos ácidos grasos en la etapa preescolar también puede ser beneficiosa en la prevención de déficits de atención e hiperactividad y en el aumento de la capacidad de aprendizaje y del rendimiento académico.
En personas de edad avanzada se ha encontrado una asociación entre bajas concentraciones en sangre de algunos ácidos grasos omega-3 (como el DHA) y un aumento en el riesgo de alzhéimer.
Se ha planteado la posibilidad de que suplementando con DHA se reduzca la acumulación del péptido beta-amiloide y el daño oxidativo, que corrijan muchas de las sinapsis deficientes y mejore la función cognitiva. Por lo tanto, la grasa ingerida y el aporte de ácidos grasos omega-3 podría ser eficaz en la prevención de esta enfermedad.
El huevo tiene un bajo contenido de grasa saturada y una calidad lipídica muy favorable, tanto en relación con la salud cardiovascular como con la función cognitiva, al aportar una cantidad elevada de grasa monoinsaturada y poliinsaturada y también ácidos grasos omega-3.
La doctora Rosa María Ortega Anta, catedrática de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, nos informa sobre los nutrientes presentes en el huevo que están implicados en la mejora de la función cognitiva.
Colina
El huevo es la mejor fuente dietética de colina, un nutriente necesario para el desarrollo y normal funcionamiento de las células.
La colina puede formar acetil colina, que es un neurotransmisor y un factor que permite mantener estructuras cerebrales, también puede ser utilizada para formar membranas necesarias para la función cerebral y además es un donante de grupos metilo, lo que condiciona el metabolismo de la homocisteína y la posibilidad de metilación a nivel cerebral, procesos que condicionan la estructura y función cerebral.
Un aporte suficiente de colina en el embarazo es importante para prevenir defectos del tubo neural e interviene en el desarrollo del cerebro del feto y del recién nacido. También juega un papel en la función de la memoria a lo largo de la vida y en personas de edad avanzada. Sin embargo, un elevado porcentaje de la población (90 por ciento, especialmente gestantes y lactantes) tienen bajas ingestas de las recomendadas.
Nutrientes antioxidantes
El deterioro cognitivo se ha asociado con mayor estrés oxidativo y con deficiencias en antioxidantes. De hecho, en algunas enfermedades degenerativas como el Alzheimer se produce un daño oxidativo en los capilares que riegan el sistema nervioso y algunos autores proponen que el deterioro cognitivo se podría prevenir o retrasar aumentando el contenido de antioxidantes en la dieta.
En este sentido el huevo proporciona diversos nutrientes antioxidantes (vitaminas B2 y E, betacaroteno, zinc y selenio) y también puede colaborar en la protección cognitiva por esta vía.
Algunos de los nutrientes con mayor impacto en la función cognitiva (proteínas, energía, ácidos grasos omega-3, hierro, zinc, yodo, selenio, vitamina A, colina y folatos) están en cantidad significativa en el huevo, por lo que seguir las pautas de consumo recomendado puede ser esencial en algunas personas con problemas nutricionales.