Salud y Familia

9 sustancias que causan adicción y que tal vez hayas probado

Una adicción empieza cuando la persona expuesta a determinada sustancia o estímulo tiende a recurrir a la misma de forma constante y sin moderación

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Las adicciones nos producen dependencia a sustancias o estímulos que pueden afectar nuestra salud (Foto Prensa Libre: Pixabay)

Aunque no lo notemos o no tengamos conciencia de ello, en nuestra vida diaria tenemos contacto constante con múltiples sustancias o estímulos que pueden producir adicción.

Si bien es cierto que sustancias como las drogas y los estupefacientes encabezan la lista de sustancias adictivas, estas no son las únicas.

Muchos productos distribuidos de forma legal poseen componentes que producen ciertos estímulos que traen como consecuencia una reacción de dependencia hacia ellos.

Pensando en ello, y enfocados en proteger nuestra salud, aquí repasaremos todo lo relacionado con las adicciones. Desde su definición y los estímulos que las generan, hasta los principales síntomas de las mismas y formas efectivas para abordarlas.

Adicción: Más común de lo que se piensa

Cuando hablamos sobre un tema tan delicado como son las adicciones, es necesario estar muy conscientes que estas pueden manifestarse de diferentes formas y bajo ciertas condiciones.

De hecho, estudiar los casos de forma individual es algo crucial para poder comprender cuáles son los factores que desencadenan el proceso de dependencia.

Para entender un poco este punto, lo mejor es partir de la definición técnica de este fenómeno.

Según la Real Academia Española (RAE), una adicción es una necesidad creada dentro del organismo estimulado por alguna sustancia, evento o situación asociada a la misma.

Esto quiere decir que hablar de adicciones, es hablar de estímulos psicológicos o físicos que una persona experimenta y la manera en que la misma reacciona.

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Otro tema implícito dentro de la adicción son los patrones de comportamiento que presenta la persona hacia dicho estímulo.

La dependencia, la urgencia por recurrir a este y la cantidad consumida son los principales factores utilizados para saber cuándo se está tratando con una persona adicta.

Algo que también es importante aclarar, es que los estímulos asociados a la adicción tienen una influencia directa sobre las habilidades cognitivas de la persona.

Las drogas y compuestos químicos que crean adicción, cuentan con propiedades químicas que producen ciertas reacciones específicas dentro del cerebro.

Estas van desde inducir un estado de relajación en el cuerpo, hasta estimular la producción de dopamina para que la persona experimente una sensación de placer.

Pero lo cierto es que la mayoría de estos estados de alteración no solo se limitan a la reacción química dentro del cerebro mediante la ingesta de alguna sustancia.

También existen situaciones o estímulos externos capaces de estimular el sistema de recompensa del cerebro e inducir dentro de la persona cierto nivel de adicción.

Estímulos asociados a sensaciones como las que se experimentan al sentirse ganador de algún premio o durante el acto sexual pueden llegar a resultar adictivos para algunas personas.

Las sustancias más adictivas y sus efectos en el cuerpo

Al tratarse de un proceso en donde entran en juego las reacciones químicas del cerebro, es imposible ignorar que existen sustancias que resultan más adictivas que otras.

Sin importar si las mismas son creadas de forma sintética o se encuentran dentro de la naturaleza, las propiedades de estas y las reacciones químicas que producen dentro del individuo, hacen que sea casi imposible que no desencadenen una adicción.

Hay muchas sustancias que se disputan el puesto de ser la más adictiva, pero determinar cuál es más fuerte es mucho más difícil de lo que parece.

Como bien lo menciona Eric Bowman, profesor de Psicología y Neurociencia en la Universidad de St. Andrews en Escocia, son muchos los elementos que determinan el nivel de adicción que puede producir una sustancia.

El daño que causa en el organismo, el precio y accesibilidad, los efectos en el cerebro, la reacción de placer y los síntomas de la abstinencia, son factores que influyen en la medición del potencial adictivo.

Además de esto, también se consideran los patrones de comportamiento de las personas adictas y su necesidad de dependencia.

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Las adicciones están muy relacionadas con padecimientos psicológicos (Foto Prensa Libre: Pixabay)

Aunque pueda parecer algo paradójico, muchas de las drogas más destructivas que conocemos actualmente, originalmente fueron introducidas y comercializadas en medicamentos que circulaban legalmente.

Los efectos secundarios y su tendencia adictiva hicieron que el uso de dichos fármacos fuera abandonado casi de forma instantánea. Sin embargo, por su naturaleza de ser sustancias adictivas las hacen tener demanda en la sociedad, a pesar de los daños que estas conllevan.

Sustancias adictivas (y algunas destructivas)

Como bien menciona el profesor Bowman, un factor clave dentro del comportamiento de una persona adicta, consiste en el acceso y la facilidad que tenga de adquirir dicha sustancia.

Esto resulta un aspecto sumamente crucial en este tema, sobre todo cuando se trata de sustancias ilegales que pueden ser mortales como las que traemos a continuación y que varios países las tienen penalizadas:

Heroína 

La heroína es un opioide extremadamente peligroso que se caracteriza por su color oscuro y textura pegajosa, dos características que le han hecho acreedora del nombre “alquitrán negro”.

Según el Instituto Nacional de Abuso de Drogas de Estados Unidos, la heroína es una sustancia mortalmente adictiva, la cual hace que los niveles de dopamina del consumidor sobrepasen el 200%. Esto le convierte en uno de los narcóticos más peligrosamente adictivos del mundo.

Adicional a esto, la heroína cuenta con el índice de mortalidad más alto entre las sustancias adictivas, ya que resulta extremadamente fácil sobrepasarse de la dosis soportable.

Cocaína

La cocaína es un estimulante adictivo, el cual afecta el sistema de recompensa del cerebro y la persona crea una dependencia casi absoluta a este compuesto.

Sus componentes químicos afectan directamente a las neuronas del cerebro y la capacidad de las mismas para controlar la producción hormonal.

De todas las presentaciones disponibles y derivados de esta droga en el mercado negro, el crack es uno de los más fáciles de fabricar y, al mismo tiempo, uno de los más adictivos.

Nicotina

Esta es una de las sustancias que sigue siendo comercializada de forma libre y, por lo tanto, es sumamente fácil de adquirir.

La nicotina es un compuesto que se encuentra de forma natural en la hoja de tabaco, el ingrediente principal de los cigarrillos. Al ser inhalada, este compuesto afecta negativamente los pulmones y todo el sistema circulatorio del consumidor.

A pesar de toda la información y las agresivas campañas en contra del consumo de tabaco, dos tercios de la población de Estados Unidos sigue siendo adicta.

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La cocaína es una de las sustancias más adictivas (Foto Prensa Libre: Pixabay)

Barbitúricos

Originalmente, estos fueron introducidos al mercado como una alternativa para controlar la ansiedad y algunos de los trastornos más comunes del sueño.

Sin embargo, la mayoría de los componentes químicos de los barbitúricos tienden a paralizar por completo algunas funciones esenciales del cerebro. Una sobredosis puede llegar a paralizar las funciones respiratorias de una persona.

La dependencia y adicción a los barbitúricos surge como una consecuencia directa de sus efectos sedantes y su capacidad para inducir un estado de relajación dentro del organismo.

Alcohol

Esta es quizás la única droga cuya distribución, comercialización y consumo cuenta con un respaldo bastante fuerte por parte de los diferentes estratos sociales.

Lo que hace adictiva a esta sustancia es que los compuestos químicos que la conforman también afectan el sistema de recompensa del cerebro.

Su naturaleza química hace que un número importante de personas puedan llegar a experimentar cierto nivel de dependencia hacia el alcohol y sus efectos.

Cannabis

Pocas sustancias adictivas han generado tanto revuelo y polémica sobre su uso médico y recreativo como es el caso del cannabis.

Aunque es importante mencionar que las propiedades químicas de la planta han sido funcionales para tratar ciertas enfermedades, estas mismas sustancias también pueden producir daños importantes que pueden afectar las capacidades cognitivas de una persona de forma permanente.

No solo las drogas son peligrosas

Cómo hemos señalado anteriormente, no solo las drogas son capaces de generar en las personas una adicción.

De hecho, la dependencia hacia ciertos estímulos no necesariamente está limitada únicamente a los procesos químicos.

En nuestro día a día, existen toda una serie de estímulos externos (e incluso actividades del día a día) que pueden generar cierta dependencia. Y al igual que un adicto a las drogas, estas muestran patrones de comportamiento que son igual de fáciles de detectar.

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La ludopatía puede generar adicción y dependencia (Foto Prensa Libre: Pixabay)

En este punto es importante aclarar que en nuestro día a día, la mayoría de las cosas a nuestro alrededor están diseñadas para estimularnos de cierta manera.

Bien sea que busquen incentivar la compra de un determinado producto o que solo intenten crear un ambiente que se preste para una determinada actividad. Los estímulos externos siempre están presentes a nuestro alrededor.

La diferencia crucial entre una persona que disfruta un determinado estímulo y una que es adicta, se centra en la necesidad de recurrir al mismo.

Teniendo esto en consideración, algunas de las sustancias o estímulos comunes que pueden ser altamente adictivas son:

Cafeína

Un compuesto químico que se encuentra principalmente en productos como el café y tés disponibles a nivel comercial.

Si bien muchos expertos coinciden en que es un elemento que puede considerarse como relativamente inofensivo, si es administrado con mucha frecuencia y en cantidades excesivas, es probable que la persona pueda presentar cierta dependencia de la misma.

La cafeína puede producir alteraciones que llevan al consumidor a permanecer en un estado de alerta constante, alterando sus patrones de sueño y aumentar peligrosamente su ritmo cardíaco.

Ludopatía

La ludopatía es una condición psicológica que presentan algunas personas y se manifiesta como una necesidad incontrolable de apostar o participar en juegos de azar.

Si bien la mayoría de estos juegos están diseñados para estimular a los jugadores, una persona adicta a dichos juegos, experimenta una necesidad compulsiva que le impide ser capaz de saber en qué momento detenerse.

El principal detonante psicológico de esta adicción es la sensación de júbilo que se experimenta al ganar, sumado a la posibilidad de tener una recompensa monetaria.

Internet

El internet es un medio tan sobresaturado de estímulos externos, que actualmente se ha vuelto una de las adicciones más comunes, sobre todo entre la población joven.

La red se encuentra plagada de todo tipo de distracciones y material dedicado al ocio, y una persona puede crear dependencia a la misma rápidamente.

La procrastinación y los ciclos irregulares de sueño son los síntomas principales de la adicción a permanecer en línea.

El uso poco sano del internet trae serias consecuencias en diversos aspectos de la vida como la productividad, la capacidad de concentración e incluso la percepción de la realidad.

¿Qué hacer en caso de tener una adicción?

Una de las palabras claves en todo lo que respecta a las adicciones y cómo tratar las mismas es la “moderación”.

Si algo tienen en común todas las adicciones que hemos visto, es que quien la padece no tiene ningún tipo de control ante aquello que le genera adicción.

En el caso de una sustancia, la persona presenta una necesidad constante de recibir y permanecer en el estado que le genera el producto.

Con los estímulos externos, el individuo prioriza eso que lo lleva a experimentar tal sensación por sobre otras más vitales, como comer o dormir adecuadamente.

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Para evitar una adicción o dependencia, se debe controlar el consumo de las sustancias peligrosas (Foto Prensa Libre: Pixabay)

Afortunadamente, hoy en día existe mucha información respecto a los síntomas que caracterizan ciertas adicciones.

Un diagnóstico temprano de una posible adicción, marca una diferencia importante en cuanto a la recuperación del paciente.

La parte crucial dentro de este proceso es el período de abstinencia. Es decir, el momento en el cual el adicto empieza a despojarse progresivamente de la necesidad compulsiva que le genera su adicción.

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Este período siempre suele ser el más difícil e inclusive traumático para un adicto, sobre todo cuando se trata de drogas, ya que la abstinencia puede causar reales malestares físicos y mentales.

Como ya hemos visto anteriormente, las adicciones tienen una relación muy cercana con la psicología. Por lo tanto, lo mejor en estos casos es siempre recurrir a un especialista en el área.

Abordar una situación tan delicada requiere de experticia y el conocimiento que solamente un psicólogo es capaz de brindar.

Sin embargo, se ha comprobado que el apoyo de seres cercanos también muestra ser de gran ayuda, tanto para el adicto como para el resto de los involucrados.

Así, nuestra labor como seres queridos en el tratamiento de recuperación, es mostrarle al adicto que hay muchas otras cosas que la vida tiene para ofrecer, y que no todo se centra en la sustancia.

Conclusión

Muchos de nosotros hemos tenido contacto con alguna sustancia con potencial adictivo al menos una vez en nuestra vida. Sin embargo, lo importante es mantener un control sobre lo que consumimos, y en qué cantidades.

A partir de este punto es donde empieza todo lo relacionado con la adicción. Independientemente de lo “leve” que pueda ser, la dependencia hacia las sustancias y/o estímulos nunca es sana.

Así, llevar un estilo de vida saludable consiste en aprender a conservar un equilibrio entre las obligaciones y el disfrute personal. Si bien esto, ciertamente, resulta algo más fácil de decir que de poner en práctica, existen formas inteligentes de conseguirlo.

No es malo incluir una que otra recompensa dentro de nuestro día a día para sentirnos un poco más motivados y positivos. El verdadero error empieza cuando queremos depender de ellas de forma constante y desmedida.

Saber cuándo y hasta qué punto es suficiente de algo, es lo que marca una gran diferencia entre disfrutar un estímulo gratificante y caer en una adicción.

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