Expertos en finanzas indican que uno de los errores más comunes del mal manejo de las finanzas es no prestarte atención a los gastos hormiga que se hacen a diario, como los cafés, las refacciones o los dulces y chocolates que compramos cuando estamos aburridos. Estos gastos podrían hacer que el dinero no alcance para cubrir las obligaciones mensuales.
“La regla es no gastar más de lo que se gana, pero para lograrlo debemos analizar en qué gastamos el dinero y si lo estamos invirtiendo bien”, comenta Mónica Grajeda, experta en economía.
El sueño de la mayoría de las personas es tener un fondo de emergencia, aquel dinero con que se puedan afrontar gastos inesperados con mayor facilidad; o tener dinero suficiente para cumplir objetivos como comprar una casa o estudiar una maestría. Para lograrlo, hay que analizar el estilo de vida y los ingresos, así como el flujo mensual de ingresos y gastos.
A continuación, se detallan algunas maneras para ahorrar y mejorar las finanzas personales.
1. Hacer un presupuesto consciente
Realizar un presupuesto acerca de sus gastos mensuales le permitirá tener mejor control de su dinero.
Para hacerlo debe saber cuáles son sus gastos fijos y variables. Los fijos están relacionados con la renta, hipoteca de vivienda, servicios públicos, cable o seguro del auto. Es decir, aquellos gastos que no varían. Mientras que los gastos variables son los que cambian cada mes, dependiendo de su rutina, por ejemplo: comidas fuera de casa, visitas al médico o actividades de ocio. Para llevar un mejor control de estas, guarde las facturas.
Los pasos para hacer un presupuesto son:
- Identifique los ingresos fijos u otras actividades que le generen dinero.
- Detalle los gastos fijos que realiza.
- Detalle los gastos hormiga, aquellos consumos diarios que hace de manera inadvertida, como cigarros, dulces, refacciones o almuerzos.
- Defina un porcentaje de sus ingresos para ahorro.
Lo ideal es que en su presupuesto ordene sus prioridades u objetivos de mayor a menor, para luego asignarle las cantidades correspondientes a cada gasto. Por ejemplo, si su deseo es ahorrar, entonces colóquelo de número uno y será la primera cantidad que deberá apartar cuando reciba su ingreso.
En caso de que alquile una casa, entonces debería estar entre los primeros tres gastos importantes, ya que es algo que se requiere para vivir; al igual que la alimentación y el transporte.
2. Regla 50/30/20
En el tema de las finanzas personales, cada persona tiene su estrategia para ahorrar. María Fernanda Martínez, economista con un MBA en especialización de finanzas, recomienda la técnica 50/30/20.
Esta consiste en asignar el 50% de sus ingresos a las necesidades de vivienda, alimentación (compras de supermercado y mercado), seguros de vida, transporte y estudios. El 30% está destinado a gastos placenteros como sus pasatiempos, compras esporádicas o vacaciones. El 20% restante a los ahorros.
“Hay que ser realistas y gozar un poco de lo que producimos. Ser inteligente con sus gastos no implica no gozar sus ingresos”, opina.
3. Establecer objetivos
Cuando se establecen objetivos, como estudiar una maestría, comprar un carro o viajar, el dinero de ahorro tiene un propósito, ya que será destinado a algo que valora y que aportará cambios positivos en su vida. Por lo tanto, sus gastos deben estar alineados a sus metas, para que ambos funcionen.
Cada vez que reciba su sueldo o que tenga un ingreso económico, lo primero que debe hacer es “pagarse a usted mismo” y destinar la cantidad fijada para su ahorro. Por eso, la prioridad 1 en el presupuesto son los ahorros.
Como todos sabemos que el dinero es un recurso finito, si desea incrementar el porcentaje destinado a ahorros, tendrá que sacrificar los gastos de otros rubros. El éxito consiste en que cada vez que gaste en algo esté consciente si eso lo aleja de su meta o lo acerca cada vez más. Por ejemplo, si desea estudiar una maestría, probablemente tenga que omitir las vacaciones con sus amigos o comer más en su casa en vez de en restaurantes.
4. Evitar los gastos hormiga
Los gastos hormiga, como ya se definió, son aquellos gastos que se hacen de manera inadvertida y que no están contemplados en el presupuesto, pero que al final de mes sí afectan el presupuesto.
Estos pueden ir desde comprar gaseosas, cafés o cualquier alimento en alguna tienda cercana al trabajo; comprar almuerzo cuando hemos llevado desde casa, también dejar las luces encendidas cuando ya no las estamos usando.
Una de las maneras de evitarlo es tomar en cuenta qué gastos hormiga son los que se realizan y tratar de revertirlos, por ejemplo, llevando café a la oficina o refacción desde casa para así no comprar.
También puede optar con técnicas como guardar las facturas que recibe y luego anotarlas en un documento de Excel, para hacer una gráfica de en qué categorías gasta más; aunque ahora la mayoría de los bancos se la envían en el estado de cuenta. Además, con las notificaciones bancarias podrá determinar en qué gasta más en el mes.
5. Distraerse para no comprar
Distraerse y guiar la mente es una estrategia que funciona también para las compras en línea. Muchas personas cuando están aburridas, ansiosas o estresadas, suelen relajarse haciendo compras en Internet. Estas entran en el rubro de los gastos hormiga, porque no se está totalmente consiente de la compra hasta que lo ve en su presupuesto o en el estado de cuenta de la tarjeta.
Se recomienda que cuando tenga estos sentimientos en la oficina, busque vídeos en Youtube que lo distraigan. En su tiempo libre, identifique algún canal de esta plataforma que siempre lo entretenga y cuando esté dispuesto a hacer una compra en línea mejor busque un nuevo vídeo y disfrútelo.