Hay dos tipos de personas: las que han hecho lo que quieren y las que se contentan con anhelarlo. Uno de los que forman parte del selecto primer grupo decidió abandonar la carrera de Economía. Después de un año en la universidad entendió que su fuente de aprendizaje estaba en otra parte. Y así decidió viajar por el mundo con la intención de fotografiarlo.
Tres características lo definen desde joven: curioso, disciplinado y disruptivo. Colabora para The New York Times, The Wall Street Journal, The Economist, Time y varias publicaciones en el mundo. Lo refieren como futurólogo, etnógrafo digital y hasta “gurú”.
Por eso hay pocos como él que pueden transmitir el sentido del cambio cultural del ser humano en la actual transformación digital. Fundó y dirigió la revista Wired (hoy ostenta el puesto “Senior Maverick”), creó la Conferencia de Hackers, editó libros, sitios y journals de tecnología; ideó una iniciativa —All-Species Foundation— con la intención de clasificar todas las formas de vida en el planeta; dio vida a organizaciones no lucrativas y renunció a la mayoría de los bienes materiales que le rodeaban. Pero conservó una bicicleta con la que recorrió 5000 kilómetros. Él es Kevin Kelly y se dedica a observar con cuidado los detalles del impacto cultural de la tecnología en la vida cotidiana.
En abril pasado cumplió 69 años y compartió varias piezas breves que resumen sus aprendizajes a manera de consejos. Acá los imperdibles:
- La mejor respuesta para cualquier insulto es “Probablemente tengas razón”. A menudo lo es.
- Eres tan joven como la última vez que cambiaste de opinión.
- Ser sabio es tener más preguntas que respuestas.
- No es una disculpa si viene acompañada con una excusa. No es un cumplido si trae una solicitud.
- Si te encuentras con un idiota, ignóralo. Si te topas diario con idiotas en todas partes, mírate más profundamente.
- No he conocido una persona a la que admire que no haya leído más libros que yo.
- Evita que te mueva la tiranía de lo urgente, sino la inspiración de lo importante.
- No hagas cosas para ganar dinero. Haz dinero para crear cosas. El premio del buen trabajo es más trabajo.
- Se te obsequia la vida para descubrir en qué consiste tal regalo. Completarás tu misión al descubrir de que se trata la misma. No es una paradoja. Así es.
- Se requiere una multitud de malas ideas para abrigar una buena idea.
- El mejor maestro se llama “hacer”.
- Puedes comer el postre que quieras si tomas solo 3 bocados.
- No es tan importante lo que logras al cumplir tus metas, como en lo que te conviertes por haberlas cumplido. En tu funeral la gente no recordará tus logros: hablarán de cómo los hiciste sentir en tu compañía.
- Felicita a las personas a sus espaldas y volverán a ti.
- Que no sea tu culpa no significa que no sea tu responsabilidad. Esa es la base de la madurez.
- Para silenciar a una multitud o a un borracho, susurra.
- Mi receta para el éxito: subpromete y sobrecumple.
- En todo lo que hagas —excepto el amor— inicia con una estrategia de salida. Prepárate para el final. En casi todo es más fácil entrar que salir.
- Siempre di menos de lo necesario.
- Se dan muchos pasos hacia atrás estando quieto.
- Las mayores recompensas provienen de trabajar en algo que no tiene un nombre. De ser posible, enfoca tu energía donde no haya palabras para lo que hagas.
- Si pides prestado algo, devuélvelo en mejor estado de lo que lo recibiste. Límpialo, afílalo, llénalo.
- Capacita a tu equipo tan bien como para que puedan conseguir otro trabajo, pero trátalos tan bien para que nunca quieran irse.
- La indignación sostenida te vuelve estúpido.
- Sé estricto contigo y perdona a los demás. Lo contrario es un infierno para todos.
- Trabaja para llegar a ser, no para adquirir.
- Resulta mucho más fácil cambiar tu forma de pensar modificando tu comportamiento que modificar el comportamiento cambiando tu forma de pensar. Lleva a la acción el cambio que has buscado.
- No le prestes dinero a un amigo a menos que estés listo para donarlo.
- La calma es contagiosa.
- Muéstrame tu calendario y te diré tus prioridades. Dime quiénes son tus amigos y te diré a dónde vas.
- Mide dos veces, corta una.
- Escribe algo por lo que puedas estar agradecido diario. Es la terapia más barata.
- Evita presionar el botón de snooze. Solo te está enseñando a quedarte dormido.
- El trabajo es interminable, pero tu tiempo es finito. No se puede limitar el trabajo, por lo que debes limitar tu tiempo. Las horas son lo único que puedes administrar.
- Para tener éxito consigue que otras personas te paguen. Para hacerte rico ayuda a otras personas a tener éxito
- Sé un buen antepasado. Haz algo por lo que una generación futura te agradecerá.
- Los consejos como estos no son leyes, sino sombreros. Si no encaja uno, prueba con otro.
* En alianza con Forbes México, artículo de Eduardo Navarrete.