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Paulina Moreno, Wellness Coach por el Institute for Integrative Nutrition de Nueva York, y Valeria Lozano, directora y fundadora de Hábitos México, aportan su experiencia y detallan tres alternativas que pueden ayudarte a mejorar la condición de tu cuerpo.
1. Ayuno intermitente
Entre los beneficios científicos de este patrón alimentario se encuentran el aumento de energía, pérdida de peso y grasa corporal, salud digestiva y aumento de concentración, entre otros. La clave está en asegurarse que el requerimiento calórico (de acuerdo a tu peso, edad, estatura y desgaste físico) se cubra durante la “ventana de alimentación”.
Si te interesa probar el ayuno intermitente la recomendación es hacerlo guiado por un nutriólogo que tenga profunda experiencia con el tema y que te guíe de manera paulatina a extender el periodo de ayuno. Normalmente se arranca con un modelo de 12 horas de ayuno (de las cuales 8 vas a estar durmiendo) y 12 horas en las que deberás consumir alimentos diversos.
2. Alimentación basada en plantas
Tiene un gran énfasis en evitar el consumo de proteínas animales y alimentos ultra procesados como cereales de caja, refrescos, jugos envasados, bebidas azucaradas y comida rápida, no sólo por poner en riesgo la salud, también por el impacto negativo que generan al planeta. La campaña”Lunes sin Carne” y la dieta flexitariana son parte de esta tendencia en alimentación que, cómo su nombre lo refiere, consiste en dar prioridad a los vegetales, al menos en 80% de nuestros menús diarios.
La evidencia científica demuestra que este estilo de vida reduce la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y obesidad, además de promover la longevidad.
3. Dieta limpia (Clean Diet)
Durante el 2020 se priorizará el consumo de alimentos sin procesar, sin colorantes artificiales, sin conservadores, sin saborizantes, sin edulcorantes, sin químicos, sin azúcar y sin harinas refinadas. Se trata de consumir alimentos que están accesibles en la naturaleza como verduras, nueces, animales criados en el medio silvestre (no en granjas industriales en las que los alimentan con maíz y soya transgénicos) y granos enteros.
Así que veremos en el mercado infinidad de productos que resalten el tener solo tres o cuatro ingredientes naturales. Es importante leer bien las etiquetas para no dejarse engañar. Esta dieta está acompañada por la preferencia de productos orgánicos como parte del estilo de vida limpio.
Recuerda que es importante contar con la asesoría de profesionales en términos de nutrición antes de adoptar alguna de estas directrices en alimentación.
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