Vida

El reto de vivir en pareja

La convivencia es cuestión de actitud

¿Cómo se puede conocer verdaderamente a una persona? ¿Qué hacer para no unirse o casarse con un príncipe o princesa que luego, quizás, se convierta en sapo?

Para tomar la decisión de vivir en pareja no es suficiente estar enamorado, en realidad es una cuestión de actitud y de carácter, porque más importante que el aspecto físico es la personalidad de ambos y tener la convicción de que se quiere compartir, dice el psiquiatra del Hospital Centro Médico, José Antonio López.

Hay que tener características en común, saber cuáles son las expectativas de cada uno y efectuar un proyecto de vida juntos; sólo así podrían esperarse resultados satisfactorios, enfatiza.

A su vez, Sonia de Valle, facilitadora de cursos religiosos pre y matrimoniales, manifiesta que vivir en pareja implica hacer nuestra vida agradable para que la de nuestro acompañante sea igual. ?Si vas a unirte con alguien es porque lo amas, deseas estar con él o ella, no para pelear como perros y gatos?.

También expresa que es necesaria la convicción de que esa persona nos colma y significa lo que realmente queremos como para estar a su lado. ?No contraigas compromisos si piensas que lo vas a dejar al rato?, advierte De Valle.

Tiro al blanco

Todo en el mundo es un reto y depende de cada uno los riesgos que corra y los resultados que obtenga, pero en relaciones sentimentales es determinante la voluntad que se tenga de dialogar, interesarse, atender y acompañarse.

Desafortunadamente, muchas veces la sociedad enmarca y tipifica cuándo hay que emprender este tipo de decisiones, y en lugar de crear bienestar se genera angustia; ocasiona que se anticipen relaciones en las que no se comparten características ni intereses en común. También ocurre que se condicionan las uniones por embarazos precoces, y estas situaciones muy pocas veces llevan al éxito, señala el doctor López.

¿Hay tips?

Para tener éxito hay que aceptar que hombres y mujeres difieren en comportamiento y que, además, éste se encuentra influido por la educación recibida en casa.

Aunque los malos hábitos pueden cambiarse, depende de que ambos estén de acuerdo y se ayuden, indica De Valle. Por ejemplo, cuando se necesita decir algo, hay que hacerlo en el momento: ?Por favor, no vuelvas a hablarme en ese tono. ¿Qué te dije o dejé de hacer para que estés molesto conmigo?? La comunicación tiene que ser instantánea, transparente, recíproca, agrega.

Las demostraciones de afecto y el uso de palabras apropiadas producirán buenos resultados. Es como la ley de la siembra y la cosecha (si siembras amor, cosechas amor), efectiva en cualquier ámbito.

Identidad propia

El ser humano tiene su propia individualidad, y cuando se une a alguien no necesariamente hay que romperla; por el contrario, debe permanecer, pero al mismo tiempo permitir una simbiosis que represente la identidad de ambos como pareja.

Es importante el balance, porque si es muy poco lo que se comparte y prevalece más lo que aisladamente cada uno desea o viceversa, la relación no funciona.

?Vivir en pareja implica ceder en 50 por ciento a lo que estamos acostumbrados, para aceptar y respetar el 50 por ciento de nuestro compañero. Así es como puede lograrse estar en armonía?, opina Max, quien lleva siete años de casado y tiene dos hijas.

Asimismo, es vital conocer las expectativas o potenciales espirituales, intelectuales, creativos, sexuales y económicos que cada uno posee, para saber a qué atenerse y que en el camino no se originen desengaños.

Piense en el futuro

La vida se basa en decisiones y planes, y cuando se carece de ellos cualquier suceso o persona puede considerarse ?ideal?; sin embargo, después surgen los arrepentimientos.

? Hay que tener proyectos para la vida de solteros, con el ser amado, y también la que se compartirá con los hijos.

? Es recomendable que existan talleres específicos o asesorías de cómo establecer proyectos de vida en pareja, no sólo para quienes ya hayan tomado la decisión de unirse, sino también para todas las personas que pretendan formar una familia.

ESCRITO POR: