Esta fruta se emplea en la medicina tradicional de Malasia e Indonesia y es un complemento empleado para tratar enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, según el sitio otramedicina.org
Contiene grandes cantidades de hidratos de carbono y proteínas, por lo que es un fruto ideal para aquellas personas que necesitan reponer energías rápidamente, como los deportistas, por ejemplo.
También cuenta con grandes cantidades de vitamina C, que ayuda en la absorción de hierro, que colabora con el organismo al destruir los radicales libres, que son los causantes del envejecimiento celular y que generan la aparición de tumores cancerosos.
Además de lo anteriormente mencionado, el rambután contiene pequeñas cantidades de cobre, necesario para la formación de los glóbulos rojos y blancos. Además posee manganeso, que el organismo emplea para producir enzimas y activarlas.
También contiene fósforo. Este mineral se emplea para eliminar los residuos tóxicos de los riñones y además fortalece los tejidos y la células del organismo. Posee también calcio que, al combinarse con el fósforo, fortifica los dientes y ayuda en el crecimiento de los huesos.
Al ser rico en hierro, se emplea contra la anemia y sirve para controlar los mareos y la fatiga. También se usa para adelgazar pues posee fibra, que le brinda una gran sensación de saciedad y al tener pocas calorías, es ideal para adelgazar.
Antes de adquirir el rambután, tan beneficioso para la salud, hay que comprobar que sus espinas o vello sean firmes y que no presenten ningún tipo de golpes. Se puede almacenar en un lugar fresco y seco y consumirlo en ensaladas, prepararlo en jaleas, combinarlo con yogur y en postres.