Entre los menores que viven en el gran asentamiento están los que a partir del 2 de mayo de este año ingresarán a las aulas de las academias impulsadas por el proyecto Vidas Plenas, dirigido y fundado por la guatemalteca Tita Evertsz.
Desde inicios de los 2000 la iniciativa busca abrir un espacio para que los niños reciban formación con el fin de alcanzar un mejor futuro lejos de las dinámicas violentas y delictivas que flagelan La Limonada.
El proyecto Vidas Plenas cuenta con cinco academias distribuidas en cinco vecindarios de la urbanización. Cada “escuelita” funciona como centro de operación para programas que se enfocan en ejes educativos, psicológicos, de salud y religiosos.
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Todas las instalaciones constan de cinco aulas diferenciadas según las edades de los alumnos —de 2 a 11 años—, y en cada una hay espacio para 15 menores, ya que se busca darles una formación y atención personalizada. En total, unos 120 alumnos reciben este modelo de formación por escuelita.
Evertsz expone que Vidas Plenas busca impactar positivamente a las familias desde la inserción de los menores en el estudio. De esa cuenta, incentivan a los responsables de los niños con la donación de bolsas de víveres, así como de útiles escolares y un par de zapatos nuevos a los alumnos, al inicio del ciclo educativo.
Hasta la fecha, el propósito de incluir a más niños dentro de las propuestas educativas ha llevado a que Vidas Plenas apoye cada año a cerca de 550 alumnos.
Además del aprendizaje impartido en las escuelas —que complementa la educación formal—, los menores también cuentan con oportunidades de alimentación, así como de formación religiosa, y también se promueven hábitos de higiene dental y corporal. A ello se suman actividades recreativas y apoyo psicológico. Por otra parte, la escuela para padres ha expandido las labores de Vidas Plenas.
Aparte de estos servicios, la iniciativa social procura el desarrollo de la juventud. Cuando muchos de los estudiantes superan los 11 años, se les ofrece opciones de becas para continuar sus estudios en la secundaria.
La meta del proyecto que dio inicio hace más de dos décadas consiste en formar una generación de personas “puntuales, diligentes, cumplidas y comprometidas que puedan aportar a la sociedad”, dice Evertsz.
Dicha labor y sus altas expectativas han representado un desafío desde el comienzo. Tanto la directora como el equipo integrado por 54 personas, entre especialistas en salud mental, de enfermería y docencia, se han enfrentado a un espacio donde la igualdad no ha estado presente.
No obstante, Evertsz revela que la satisfacción por gestar nuevas esperanzas es lo que mantiene el proyecto. “Creo que en La Limonada hay un escaso porcentaje de personas con propósitos no tan atinados. La gran mayoría son personas luchadoras, es gente muy linda”, afirma la fundadora.
Las personas que deseen apoyar a Vidas Plenas pueden hacerlo con una donación económica por la cual se le entrega un recibo contable. Lo recaudado se destina a la compra de alimentos y víveres para el consumo de los menores y sus familias. Para más información puede escribir un correo electrónico a info@vidasplenas.org, llamar al 2369-6042 o contactarles ya sea por Facebook o Instagram.