El nombre de la propuesta, que originalmente está en q’eqchi’, alude a las expresiones castellanizadas “armonía” o “paz”. Fue desde estas premisas que 15 personas del municipio iniciaron una propuesta para organizarse y repensar la producción del cacao, una de las especies más comunes en las Verapaces.
Actualmente, la propuesta es guiada por cuatro mujeres que buscan la integración comunitaria a través de programas de ecoturismo, producción artesanal, educación y reforestación.
Juanita Pérez, una de las representantes del proyecto, describe Tuq’tuquilal como “un centro regenerativo”, en el cual se procura la interacción con familias de la comunidad que tienen la oportunidad de producir, procesar y distribuir artesanalmente varios productos naturales, además del cacao, entre ellos cúrcuma, copal, jengibre o cardamomo.
Del cacao, Tuq’tuquilal ofrece diversidad de productos como cocoa sin manteca, miel de cacao o chocolates. La cúrcuma suele distribuirse en polvo, como “leche dorada” o en forma de cápsulas.
La producción y manufacturación corre a cargo de los pobladores de la comunidad, con el fin de “humanizar el trabajo” y garantizar el respeto hacia la naturaleza, por lo que no intervienen procesos industriales. Con esa finalidad, los empaques también son elaborados con material ecológico.
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La producción, manufactura y distribución de los productos han llegado a beneficiar a cerca de 60 familias de cinco comunidades de Lanquín. Juanita agrega que la apuesta por un ecoturismo sin daños al medioambiente es otro pilar importante.
Para ello han propuesto un “tour del cacao”, que consiste en un recorrido de tres horas que los visitantes a la sede de Tuq’tuquilal pueden por las espacios donde se realizan las fases de producción del cacao hasta su procesamiento final. El costo es de Q120 y lo recaudado apoya a la subsistencia del proyecto.
María Cardona, también integrante del proyecto, apunta que la educación alternativa, popular y comunitaria es otro aspecto principal del colectivo. A partir de ese enfoque se imparten talleres a niños y adultos para abordar temas de convivencia y cuidado medioambiental.
También han desarrollado jornadas de reforestación con especies maderables de la zona, como encino, pino, palo blanco, ceiba y caoba, y entre más de 20 especies de árboles frutales.
Esta labor viene a responder a una necesidad ecológica dentro de una comunidad donde ha aumentado la deforestación producto del establecimiento de proyectos como la carretera hacia Cahabón.
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“Hacer todas estas cosas en comunidad es procurar un trabajo regenerativo. Es algo que favorece a las familias productoras e incluso a los turistas que no conocen. Construir esfuerzos colectivos en este contexto viene a ser una propuesta alternativa”, apunta Cardona.
Actualmente, desde Tuq’tuquilal se pretende construir un espacio para secar el cacao, por lo que las personas encargadas buscan apoyo económico para continuar con el proyecto y mejorar la construcción de la sede.
Si desea conocer más acerca del proyecto y cooperar con sus iniciativas, puede contactarse al número 4529-5771 o mediante Facebook e Instagram.