Lectura

“Paco Piñas” el guatemalteco que salió del alcoholismo, se graduó de abogado e inspiró una biblioteca donde los niños hacen fila para entrar

En la Biblioteca Paco Piñas se marca la diferencia en la vida de casi un centenar de niños y adolescentes guatemaltecos que buscan ser parte de esta iniciativa donde leer es parte de la diversión.

En los grupos participan adolescentes que trabajan liderando la biblioteca. (Foto Prensa Libre: Biblioteca Paco Piñas)

En el caserío El Sauce, aldea Xesuj, San Martín Jilotepéquez, Chimaltenango, hay un espacio que abre durante las tardes y se llama Biblioteca Paco Piñas. Allí los niños están divididos en grupos y se recibe a 20 estudiantes por día, según una lista establecida. En total hay 90 inscritos y también una lista de espera para optar a un espacio.

En ese lugar la dinámica va desde elegir un libro para llevar a casa hasta recibir apoyo con las tareas o elaborar y desarrollar proyectos escolares. Los estudiantes más grandes son los líderes y voluntarios, además de tener una bibliotecaria que se especializa en recibirlos.

Juana Elvira Sunuc Tuyuc, de 17 años, es la directora de la biblioteca actualmente. Ella este año se graduará de bachillerato y llegó desde pequeña a esta institución.

Comenta que ella se enteró del lugar porque vio un cartel que decía Biblioteca Paco Piñas. Una amiga la invitó después para ir y se acercó, sin saber de qué trataba. "Estaba muy emocionada y le dije a mis hermanos que podíamos leer y hacer diferentes actividades y desde ahí nos unimos al proyecto", recuerda.

Los días jueves se reune el Club de Niñas Yoli, que es dirigido por Sunuc Tuyuc. Esto surgió porque se dieron cuenta que los primeros años las niñas no hablablan, a pesar de leer y saber las respuestas a diferentes dinámicas. Solo los varones contestaban. Así que crearon un espacio para ellas y que se fomentara el cuidado propio, así como la capacidad de liderazgo.

Por ahora, el fruto de Paco Piñas son menores que ya terminaron la secundaria, alumnos que se han graduado y estudiantes que han recibido becas a nivel nacional e internacional. Compartimos el video de una de las estudiantes mientras está en su clase de inglés.

Historia

El sueño de la Biblioteca Paco Piñas comenzó cuando Fátima Leonor, una niña de 10 años, regresó con sus hermanas a vivir al lugar de origen de su madre, Karina Arenas. Era el 2016. La pequeña cursaba 4to. primaria y leía muy bien, pero otros niños de la comunidad tenían dificultad en hacerlo, así que decidieron abrir una biblioteca en su casa y empezaron con sus propios libros.

El nombre se inspiró en el abuelo de Fátima, Juan Francisco Arenas, "Paco Piñas". Cuando Francisco asistía a la escuela del pueblo, sus compañeros llevaban obsequios a su profesor Francisco Rodríguez y él no tenía nada que llevarle de regalo. Así que se levantaba de madrugada mientras su abuelo preparaba chicharrones y piñas sancochadas, a hurtadillas sacaba una, la envolvía en hoja de plátano y la guardaba bajo su almohada en lo que llegaba la hora de irse a la escuela. Como acostumbraba llevar este obsequio muy seguido a su maestro, sus compañeros le pusieron el apodo "Paco Piñas".

Como Paco Piñas era conocido el abogado y notario Juan Francisco Arenas, quien se graduó con 58 años. La lectura cambió su vida. (Foto Prensa Libre: Biblioteca Paco Piñas)



Después de una vida difícil, vivir alcohólismo y pasar una temporada en la cárcel debido a un accidente automovilístico, se unió a Alcohólicos Anónimos. Ahí se enamoró de la lectura en su edad adulta, se graduó de bachiller por madurez, y a los 50 años se inscribió en la universidad. A los 58 años por fin logró su sueño de recibir el título de abogado y notario.

De izquierda a derecha, Fátima, Linda y Luz, junto a su mamá Karina Arenas, hija y nietas de Juan Francisco Arenas, "Paco Piñas". Juntas han creado el proyecto Paco Piñas.

Hace algunos años la familia Arenas recibió amenazas por su labor y debió salir del país. "Estamos lejos, pero gracias a la colaboración de aliadas como Aileen Moran y Nancy Chavez, la biblioteca sigue adelante. Ellas se enteraron del proyecto por una publicación y son ahora un pilar importante para que todo siga adelante", explica Karina Arenas.

Otro apoyo es Sergio García junto a los estudiantes universitarios Aldrin García y Manuel Escobar, quienes llegan a hacer deportes con los niños. Viajan 75 kilómetros para asistir a Paco Piñas.


Proyecto exitoso

Parte de la estrategia que ha hecho famosa a este lugar es una que aprendieron con sus amigos de la biblioteca de Purulhá dirigida por Brenda Lemus. El proyecto se llama Canje por páginas leídas, el cual consiste en que al regresar el libro que pidieron prestado para leer, suman puntos y pueden canjearlos por juguetes en buen estado que les donan o por materiales escolares.

Arenas comparte que no reciben apoyo del Gobierno y han sobrevivido solo con el apoyo de amigos que les envían libros, juguetes nuevos o usados en buen estado, ropa o utensilios de cocina para hacer bazares, apadrinamientos y otros detalles.

El esfuerzo ha dado sus frutos, puesto que la tasa de deserción escolar ha disminuido y varios jóvenes han aplicado a becas como la ITA, de la Universidad Francisco Marroquín, y la del Snow College en Estados Unidos, entre otras.

Entre las donaciones también se han recibido clases de inglés y de cómputo.

Donaciones


Para colaborar escriba a biblioteca.pacopinas @gmail.com. También están en Instagram: @biblioteca_paco_pinas y Facebook: Biblioteca Paco Piñas.

ESCRITO POR:

Ingrid Reyes

Periodista de Prensa Libre especializada en periodismo de bienestar y cultura, con 18 años de experiencia. Premio Periodista Cultural 2023 por el Seminario de Cultura Mexicana y premio ESET región centroamericana al Periodismo en Seguridad Informática 2021.

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