Cultura

7 lugares arqueológicos poco conocidos en la Ciudad de Guatemala

La Ciudad de Guatemala es un tesoro arqueológico que abarca diferentes épocas históricas; sin embargo, algunos sitios permanecen desapercibidos.

Pantallazo de Google Maps de la Universidad de San Carlos en donde se encuentran restos arqueológicos. (Foto Prensa Libre: cortesía E. Carpio Rezzio)

Edgar Carpio Rezzio, catedrático de Arqueología de la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala y autor de numerosos trabajos sobre arqueología, ofreció una conferencia durante el Congreso de Arqueología, celebrado el sábado 14 de diciembre en Antigua Guatemala, donde detalló algunos sitios poco conocidos, pero de gran valor histórico.

“Guatemala cuenta con vestigios arqueológicos en la ciudad que son poco conocidos”, afirmó el investigador. Explicó que la modernización acelerada en el país influye en que los tesoros arqueológicos queden cada vez más ocultos.

Kaminaljuyú es uno de los sitios más reconocidos, pero parecería una isla rodeada de diversas colonias, lo que también ocurre con otros lugares que están siendo absorbidos por la infraestructura moderna, aclaró Carpio Rezzio.

Miraflores cuenta con otra área de vestigios visitada por quienes llegan al centro comercial del mismo nombre. El investigador también aseguró que a lo largo de la Calzada Roosevelt existen otros montículos que han sido rescatados como áreas verdes.

Cerca de la colonia Castillo Lara se encuentran seis montículos; en uno de ellos incluso se observa un mascarón que se ha ido degradando.

Señaló que es necesario implementar políticas adecuadas para la preservación, investigación y divulgación de estos sitios, creando las condiciones necesarias para que formen parte del circuito cultural de la Ciudad de Guatemala.

También presentó un listado de lugares que podrían convertirse en zonas turísticas debido a su importancia histórica:

1. Cerritos del Cementerio General

Aunque el cementerio de la zona 3 es un lugar conocido por albergar tumbas de personajes importantes, también cuenta con un espacio llamado "El cuadro de los cerritos", identificado en el siglo pasado.

Este sitio está representado por ocho montículos, uno de los cuales se encuentra en el lugar donde está enterrado Justo Rufino Barrios. Sin embargo, el lugar se está degradando debido a un proceso de erosión severo, al igual que los demás montículos.

Una imagen del Cementerio General en la que se observan los vestigios. (Foto Prensa Libre: cortesía E. Carpio Rezzio)

2. Mulato

En la zona 12, dentro de la Universidad de San Carlos de Guatemala, se encuentra este lugar, ubicado en las granjas de las facultades de Agronomía y Veterinaria, conectadas con una plaza hundida, única en su género.

“Los universitarios desconocen esta parte de su historia, pero caminando por ahí se encuentran algunos fragmentos”, agregó Carpio Rezzio. El sitio data aproximadamente del año 400 a. C. al 250 d. C.

Una investigación realizada por Gustavo Martínez Hidalgo y Tania Cabrera, titulada Desarrollos locales de los sitios periféricos a Kaminaljuyú: una perspectiva desde el sitio El Mulato, describe que este lugar está localizado en la zona constructiva de los edificios S-11, S-9, M-8, T-13, T-12 y M-7.

Estudiantes durante el ciclo trabajan en el área que tiene vestigios en la Universidad de San Carlos. (Foto Prensa Libre: cortesía E. Carpio Rezzio)

3. El Rosario-Naranjo

El sitio está ubicado en la colonia Cañadas del Naranjo y es una zona cerrada. Los montículos están bien preservados y los habitantes del sector los valoran como áreas verdes, aunque no son accesibles al público. Tres montículos forman parte de este lugar.

Los montículos están bien preservados en una colonia privada. (Foto Prensa Libre: cortesía E. Carpio Rezzio)

4. Naranjo

En Condado Naranjo existe un área arqueológica, actualmente conservada como área verde entre los condominios de este lugar. El sitio cuenta con tres montículos y una serie de monumentos. Sin embargo, no es accesible al público.

Parte de objetos que han sido rescatados en el área. (Foto Prensa Libre: cortesía E. Carpio Rezzio)

5. Montículo de la Culebra

Según el artículo Rescate arqueológico en el Montículo de la Culebra y el Acueducto de Pinula: dos montículos en agonía, de Judith Valle (2007), el Montículo de la Culebra se encuentra al sureste de la Ciudad de Guatemala y sirve como límite entre las zonas 9 y 13, al oeste, y las zonas 10 y 14, al este, tomando como punto de referencia la Avenida de Las Américas.

Se trata de una elevación de tierra apisonada que alcanza más de 12 metros de altura y una longitud de 4 km, desde el actual monumento a Tecún Umán hasta Santa Catarina Pinula. Esta importante obra de ingeniería maya pasó desapercibida durante cuatro siglos, aunque Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán ya la mencionaba en el siglo XVII, según una investigación publicada por la periodista Brenda Martínez.

Se considera el montículo más grande de Mesoamérica, aunque ha sido destruido y mutilado para obtener materia prima o facilitar la construcción de vías vehiculares.

El Montículo de la Culebra es visible en la Ciudad Capital. (Foto Prensa Libre: cortesía E. Carpio Rezzio)

6. Solano

Ubicado en Villa Nueva, el sitio cuenta con varios montículos y plazas, aunque ha sufrido saqueo y destrucción. Uno de los montículos resultó gravemente dañado y está casi partido por la mitad.

El lugar ha sufrido destrucción a lo largo de los años. (Foto Prensa Libre: cortesía E. Carpio Rezzio)

7. El Chayal

Aunque no cuenta con arquitectura prehispánica, posee un vestigio de esa época. Esta fuente se encuentra entre los departamentos de Guatemala y El Progreso, en los municipios de Palencia, San José del Golfo y San Antonio La Paz. Se considera uno de los yacimientos más extensos de obsidiana en el área maya y, probablemente, en Mesoamérica.

Se sabe que la obsidiana de El Chayal comenzó a utilizarse intensamente a partir del período Preclásico Medio. Es muy probable que buena parte de la explotación de los productos de esta fuente estuviera a cargo de Kaminaljuyú.

Edgar Carpio Rezzio durante una visita al sitio de El Chayal. (Foto Prensa Libre: cortesía E. Carpio Rezzio)

ESCRITO POR:

Ingrid Reyes

Periodista de Prensa Libre especializada en periodismo de bienestar y cultura, con 18 años de experiencia. Premio Periodista Cultural 2023 por el Seminario de Cultura Mexicana y premio ESET región centroamericana al Periodismo en Seguridad Informática 2021.

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