Esta fuerza de voluntad es un ejemplo que puede ser útil para motivar la conservación de muchos inmuebles que se encuentran en estado ruinoso y que en Guatemala no parecieran tener ya ningún futuro.
El mexicano Eduardo Salinas, personaje que de distintas maneras está relacionado con la cultura guatemalteca, es uno de los anfitriones de la hoy renovada hacienda. En la parte que le corresponde de la propiedad, al igual que lo hacen sus primos en los espacios respectivos, recibe visitas de amistades que ha cosechado en diversos países. Es por su afable hospitalidad que infinidad de personas de distintas nacionalidades han llegado a su estancia.
¿Cuál es la historia de la Hacienda de la Santa Cruz? El conjunto es parte de una serie de trapiches construidos en el Valle de Tetecala a partir de la segunda mitad del siglo XVII.
De un siglo después, en 1776, es la inscripción en piedra que corona la puerta de la casa principal, la cual porta también, el emblema de la Compañía de Jesús. Ese año es, como dato paralelo, en el que se funda la Nueva Guatemala de la Asunción.
Más adelante en 1889 los productos de la hacienda, derivados de la explotación de la caña, participan en la Gran Exposición Internacional de París alcanzando una mención honorífica por la alta calidad de su azúcar. Diez años después los dueños modernizan sus sistemas de procesamiento implementando el uso de máquinas de vapor que agilizan la cosecha y manipulación de lo recolectado. Esto sin contar que hacia 1909 se muelen alrededor de 12,000 arrobas de caña y el alambique destila cuatro mil litros de alcohol por día.
En 1913, la Hacienda produjo la última zafra. Luego de ser atacada por los revolucionarios con cañones, es objeto de saqueo entre 1919 y 1921. Quedó en ruinas para luego ser desmembrada en el reparto agrario. En 1941, luego de pasar por muchos dueños, el ingeniero León Salinas compra, en nombre de sus hijos, el casco y los campos de la propiedad los cuales pertenecen en el presente a varios primos que se han encargado de dar vida a las vetustas paredes y los solares aledaños.
En Guatemala han encontrado un destino parecido los edificios coloniales que hoy ocupan la Casa Santo Domingo y otras construcciones rescatadas por la familia Montes en la Antigua Guatemala o la Antañona en la ciudad Capital.
La Hacienda de Santa Cruz no sólo aparece hoy en varias compilaciones de mansiones señoriales mexicanas sino que, debido a su fehaciente rehabilitación, ha sido el set de películas, telenovelas y comerciales. Entre las dos primeras disciplinas se pueden mencionar: El Día y la Noche (con Alain Delon, Lauren Bacal y Paco Rabal), One Man’s Hero (con Tom Berenger), Yesenia (con Adela Noriega) y El Derecho de Nacer (con Kate del Castillo).
Va esta columna como un homenaje a la familia Salinas y a su labor en el rescate de los valores que pertenecen a la humanidad.
