Así es. Aunque le parezca sorprendente, situaciones que a ellos les resultan amenazantes, como el divorcio o separación de sus padres, bajo rendimiento académico, conflicto con los hermanos, alcoholismo o drogadicción de algún integrante de la familia, la creencia de que nadie los quiere o el temor de sufrir algún daño, los llevan a arrancarse los cabellos.
Según refiere el psiquiatra Luis Dardón, a este comportamiento se le cataloga como un trastorno del control de los impulsos, muy ligado a los obsesivo-compulsivos, puesto que los afectados tienen obsesiones (ideas recurrentes) y compulsiones (acciones repetitivas) para neutralizar a las primeras y liberarse.
Al respecto, la psicóloga Claudia de la Roca señala que el término ?impulso? ha sido definido como expresión no premeditada de una motivación, en un acto que por lo general tiene la característica de impetuosidad, es decir, la gente no piensa hacerlo, pero la fuerza del impulso es tanta que simplemente lo ejecuta.
Por tal razón, este problema es similar a la cleptomanía (robo compulsivo), piromanía (tendencia enfermiza a la provocación de incendios) y juego patológico (quienes no pueden evitar los juegos de azar), en los cuales la sensación de tensión previa es tan grande, que las personas no se resisten y alivian el malestar ejecutando la acción compulsiva.
¿Por qué a los más chicos?
El psiquiatra José Antonio López Martínez indica que esta enfermedad es más frecuente en niños y adolescentes, sobre todo del sexo femenino, porque se trata de individuos cuya personalidad está en formación y por lo mismo son más vulnerables.
Hay que comprender que con esta conducta los pequeños dan a conocer la angustia que están viviendo.
Es el lenguaje no verbal que emplean para expresarse y el síntoma de que algo está mal en sus vidas.
A su vez, Dardón dice que por lo general se trata de chicos criados en ambientes donde no tienen libertad para manifestar sus sentimientos o emociones, ya que hacerlo es sinónimo de debilidad.
Los adultos, por error, les enseñan que no deben demostrar alegría ni tristeza, por eso las tensiones se incrementan y surge la tricotilomanía.
Otros pueden comenzar con trastornos, como mojar de nuevo la cama, morderse las uñas o consumir drogas.
Consecuencias
Este problema llega a ser tan intenso que los afectados sufren de calvicie en distintas zonas, y para disimularlas cambian de peinado e incluso recurren al uso de pelucas.
Otros se quedan sin cejas o pestañas, y en el caso de los niños que además de quitarse el cabello se lo comen, tienden a formar bolas de pelo en su estómago, que sólo pueden ser extraídas con cirugía.
Por supuesto, tal conducta también llega a afectar la socialización de los niños y adolescentes, y los lleva al aislamiento.
La solución
Los padres deben tomar en cuenta que los hijos son el reflejo de la dinámica familiar (tanto del grado de bienestar como de insatisfacción). Por lo tanto, cuando los chicos presenten un trastorno como éste, en lugar de negarlo y castigarlos, los padres deben buscar ayuda profesional, y que el psiquiatra o psicólogo les prescriba el tratamiento más adecuado.
En el caso de la tricotilomanía los pacientes requieren de atención psiquiátrica y farmacológica para disminuir el síntoma, así como el apoyo de sus padres para salir adelante en un momento de estrés y eliminar el problema.
Si desea comunicarse con los profesionales entrevistados, llame a los siguientes números: Dr. Dardón: 337-2077; Dr. López: 331-3398; psicóloga De la Roca: 331-9738.
Tome nota
Según un principio neuronal, no pueden entrar dos sensaciones al mismo tiempo en la conciencia.
? Debido a que el dolor tiene preponderancia para ser captada y analizada, estos pacientes encuentran que con una sensación física olvidan la ansiosa, dice el psiquiatra Luis Dardón.
? Sin embargo, la ejecución de acciones compulsivas rara vez produce alivio. Todo lo contrario, es nocivo para el afectado y para quienes lo rodean, indica la psicóloga Claudia de la Roca.
? En la mayoría de casos, los pacientes no consultan al psicólogo o psiquiatra por padecer tricotilomanía, sino que a través de la terapia se descubre el problema.
? Si los afectados viven fuera del contexto familiar (en el colegio o la escuela) un evento que les recuerda o les hace experimentar temor, el trastorno puede hacer crisis.
? Además, cuando intentan resistirse a la práctica del comportamiento, la tensión se incrementa y de todas formas lo llevan a cabo.