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Opinión: Después de todo, tal vez haya un uso para las criptomonedas

A diferencia de muchos proyectos de criptomonedas, es un producto real que usan personas y empresas reales todos los días.

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Opinión: Después de todo, tal vez haya un uso para las criptomonedas

Un hombre en un escúter rentado de Lime en la calle Hudson en Hoboken, Nueva Jersey. Foto Prensa Libre: Bryan Anselm/The New York Times

Una de las preguntas más frecuentes que hacen los criptoescépticos es la siguiente: ¿qué puedes hacer en realidad con las criptomonedas, además de especulación financiera y crímenes?

Es una pregunta difícil de responder, en parte porque hasta el momento la mayoría de los usos exitosos (y legales) que se les han dado a las criptodivisas han sido financieros o relacionados con este campo. Hay bastantes criptobolsas, plataformas para comercializar tokens no fungibles (NFT, por su sigla en inglés) y videojuegos en los que se compran y venden criptomonedas. Sin embargo, hasta ahora, no ha habido muchos criptoproyectos que hayan tenido lo que yo llamaría una “utilidad para la gente ‘normie’”, es decir, que resuelvan problemas que tenga la gente ajena al mundo de las criptodivisas (no relacionados principalmente con la compraventa de activos digitales) y que sean imposibles de solucionar con tecnología normal no vinculada a las criptomonedas.

No obstante, hace poco descubrí un proyecto que sí la tiene.

Se llama Helium y, aunque no es el criptoproyecto más llamativo que hay —no tiene caricaturas de simios ni copias de la Constitución—, probarlo me ha ayudado a comprender lo útiles que pueden ser las criptomonedas para resolver cierto tipo de problemas.

En un nivel básico, Helium es una red inalámbrica descentralizada para dispositivos del “internet de las cosas” impulsada por criptodivisas.

Esta red está compuesta de dispositivos llamados puntos de acceso de Helium, aparatos con antenas que pueden enviar pequeñas cantidades de datos a través de largas distancias por medio de frecuencias de radio. Estos puntos de acceso, que cuestan unos 500 dólares cada uno y pueden alcanzar distancias 200 veces más lejanas que las que alcanzan los puntos de acceso de wifi, comparten los anchos de banda de sus dueños con dispositivos cercanos que estén conectados al internet, como parquímetros, sensores de la calidad del aire o electrodomésticos de cocina inteligentes.

Cualquiera puede usar la red de Helium, aunque hasta ahora la mayoría de sus usuarios son empresas como Lime (la cual ha utilizado Helium para vigilar sus escúteres conectados) y Victor, una empresa de trampas para ratones (la cual la usa para una nueva línea de trampas conectadas a internet). En todo el mundo, se usan más de 500 mil puntos de acceso de Helium y se agregan miles a la red todos los días.

Aquí es donde intervienen las criptomonedas: además de transmitir datos, los puntos de acceso de Helium recompensan a sus dueños por participar en la red creando unidades de una criptomoneda llamada $HNT. Estos tokens se pueden comprar y vender en el mercado abierto como cualquier otra criptodivisa y, mientras más se use el punto de acceso, más tokens $HNT generará.

Helium, que fue fundada en 2013, no empezó como una criptoempresa. La idea inicial de sus fundadores era construir una red inalámbrica de punto a punto y de largo alcance a la antigua, persuadiendo a la gente y a los negocios de instalar los puntos de acceso y conectarlos. Sin embargo, tuvieron dificultades para conseguir suficientes participantes y la red se estancó.

Frank Mong, el director de operaciones de Helium, me comentó que en 2017 la empresa se estaba quedando sin dinero cuando un ingeniero sugirió, durante una sesión en la que todo el personal se reunió a beber whisky, que quizá más gente se interesaría en instalar los puntos de acceso si pudiera ganar criptomonedas al hacerlo.

“Ese modelo de incentivos, impulsado por las criptomonedas, en realidad tenía sentido en este caso”, comentó Mong.

Por lo tanto, la empresa desechó su antiguo modelo de negocios y desarrolló uno nuevo. En vez de construir su propia red, Helium la haría completamente descentralizada y dejaría que la construyeran los usuarios al comprar y conectar sus propios puntos de acceso. Los participantes recibirían pagos en criptodivisas y tendrían derecho a votar sobre las ideas propuestas para hacer cambios a la red. Si aumentaba el precio de esas criptomonedas, podrían ganar más dinero e instalar aún más puntos de acceso.

El nuevo modelo, que fue lanzado en 2019, funcionó de maravilla. Los criptoaficionados corrieron a instalar los puntos de acceso de Helium para comenzar a generar criptomonedas. Intercambiaron consejos en Reddit y YouTube para aumentar el alcance de sus puntos de acceso; por ejemplo, colocarlos en edificios altos o poner antenas en sus techos. Algunos dueños de puntos de acceso aseguran haber ganado miles de dólares al mes de esta manera, aunque las ganancias se han reducido a medida que se han agregado más puntos de acceso a la red.

Opinión: Después de todo, tal vez haya un uso para las criptomonedas
Helium, una red inalámbrica impulsada por criptodivisas, muestra la promesa práctica de los servicios descentralizados. Foto Prensa Libre: Beatrice Sala/The New York Times

He aprendido que este es uno de los superpoderes de las criptomonedas: la capacidad de emprender proyectos ofreciendo un incentivo para involucrarse desde el inicio. No se puede mejorar todo con un esquema de minado de criptomonedas, pero en el caso de Helium las criptomonedas fueron la mejor opción para promover la participación y darles a los dueños de los puntos de acceso la satisfacción de construir algo propio.

Hay muchas cosas que me gustan de Helium. A diferencia de muchos proyectos de criptomonedas, es un producto real que usan personas y empresas reales todos los días. Las personas involucradas no son especuladores descarados y la mayoría parece tener un interés genuino en crear una red inalámbrica descentralizada (una norma sagrada del servidor de chat de Helium en Discord, con 140.000 miembros, es que no está permitido hablar sobre los precios de los tokens). Y se volverá más útil en los próximos meses, cuando los nuevos tipos de puntos de acceso 5G posibiliten el envío de datos por la red a velocidades más altas.

Además, la cadena de bloques de Helium está asegurada con un tipo de algoritmo conocido como “prueba de cobertura”, el cual requiere mucha menos energía que los algoritmos de “prueba de trabajo” que usan el bitcóin y otras criptodivisas, y es mucho menos dañino para el medioambiente (Helium asegura que sus puntos de acceso utilizan más o menos la misma cantidad de energía que una bombilla de 5 vatios).

Solo para asegurarles que no me están embaucando, sometamos a Helium a mi prueba de utilidad para “normies”.

¿Resuelve un problema no relacionado con las criptomonedas? Sí. Hay millones de dispositivos conectados en el mundo, y conectarlos a la red de Helium es mucho más barato que comprar un plan de datos de celular para cada dispositivo. Gracias al largo alcance de los puntos de acceso, la red de Helium también puede llegar a lugares a los que no llegan las típicas redes celulares y de wifi.

¿Es útil para algo más que especular? De nuevo, sí. La red de Helium tiene valor en sí misma y, aunque los dueños de los puntos de acceso se pueden beneficiar (y lo hacen) cuando aumenta el precio del $HNT, su principal método para ganar dinero es agregar nuevos puntos de acceso, no comercializar tokens $HNT enseguida en una criptobolsa.

¿Helium podría haber funcionado sin criptotecnología? En realidad, no. La empresa probó con una estrategia no relacionada con las criptodivisas y casi quiebra. Sin embargo, agregar los tokens a la ecuación resolvió lo que los tecnólogos llaman el “problema del arranque en frío”: el hecho de que atraer a los primeros usuarios de una nueva red suele ser difícil porque todavía no es muy valiosa.

Helium no es perfecta. Como muchos criptoproyectos, está en una zona regulatoria gris y los usuarios podrían recibir un impacto si Washington decide implementar medidas más estrictas (los reguladores federales han sugerido que muchos de los criptotokens podrían considerarse valores, lo cual podría hacer que los dueños de los puntos de acceso de Helium queden sujetos a todo tipo de leyes de valores espinosas). Además, en este momento, la mayoría de sus puntos de acceso están en ciudades con una alta densidad poblacional, por lo que es menos útil para la gente de zonas más remotas.

Poner un punto de acceso de Helium en tu casa también podría violar, técnicamente, los términos de servicio de tu proveedor de servicios de internet, pues implica revender una parte de tu banda ancha. Por ejemplo, los términos de servicio para los suscriptores de Comcast Xfinity prohíben el uso de tu conexión “para cualquier otro propósito que el uso personal y residencial no comercial”. Hasta el momento, los proveedores de servicios de internet no han tomado medidas contra todos los usuarios de Helium, pero eso podría cambiar.

“Guardamos la esperanza de que los proveedores de servicios de internet tengan la mente abierta para explorar lo que es Helium”, me dijo Mong de Helium.

Lo que me gusta de Helium, a pesar de estas limitantes, es que ha evitado en gran medida el bombo y las declaraciones infladas que rodean a muchos criptoproyectos. No promete revolucionar el comercio y la cultura, librarnos de la censura gubernamental ni cambiar el tejido de nuestra vida diaria. Solo es un tipo de infraestructura útil del mundo real vinculada a un esquema de criptominado que le permite funcionar sin que haya una gran empresa de por medio.