Gérard-George dice que él fue un “ennoblecedor de telas”, ya que su grupo de artesanos se dedicó a darle una forma diferente y elegante a las telas.
El plisado tiene varios tipos: el sol —para vestidos amplios—, el chato y el acordeón —para atuendos más fantasiosos—. Estos últimos se asemejan a obras de arte de origami, ya que tienen pliegues muy complejos de confeccionar.
Arte minucioso
“Una pieza puede llevar hasta un día entero de trabajo”, explica Nadiene Duffat, directora de la marca Lemarié, una de las cinco casas de plisado que existen en Francia.
El diseñador venezolano Óscar Carvallo afirma que este oficio es fundamental para la alta costura. “Yo me apoyo mucho en estos artesanos. Para la reciente colección primavera-verano quise experimentar con el plisado en forma de pirámide y el resultado fue maravilloso. La ropa logra imitar la elegancia de un pavo real”, agregó.