En una entrevista con Allure, la actriz declaraba que a diferencia de los papeles que ha interpretado su estilo es peculiar y sencillo. “Soy mucho más discreta en la vida real…No uso base de maquillaje en la vida real . Mi rutina es muy simple: lo llamo la cara de cinco minutos. Es solo un lápiz corrector, pestañas rizadas, rímel, brillo labial y un poco de rubor. Ese es mi estilo favorito. Si voy a amplificarlo por la noche, luego uso un delineador, que es de un marrón realmente hermoso que tiene algo de oro. Una maquilladora con la que trabajo a menudo, Kayleen McAdams, me entusiasmó. Es lo que usa en Sofia Vergara , ¿y quién no querría esos hermosos ojos marrones almendrados? “, agregó en esa ocasión.
Aunque sus productos de belleza parecen accesibles, existe algo que no puede dejar fuera de sus viajes y de mantener en su rutina.
Este incluye un ingrediente natural que le permite darle diferentes usos.
“Lo único sin lo que no puedo vivir cuando viajo es un frasquito con aceite de árbol de té. No es lo más glamuroso, pero si te cortas, te pica un mosquito o te sale un granito, ¡o lo que sea! tengo a mi lado lo que lo cura todo. Es barato, lo suficientemente pequeño para transportarlo y lo llevo conmigo a todos lados”, decía Markle en una entrevista concedida a Allure.
Agregó que “es económico, es lo suficientemente pequeño como para llevarlo y lo llevo conmigo todo el tiempo”.
¿Qué otras propiedades tiene el aceite de árbol?
María Emilia Carretero, profesora titular del Departamento de Farmacología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid explica en una investigación algunos detalles adicionales de esta planta.
De las hojas del árbol del té se obtiene por destilación un aceite esencial que es lo que se utiliza en terapéutica y para otros usos, pero al poder proceder de diversas especies vegetales, existe una cierta ambigüedad en el producto denominado aceite esencial de árbol del te (AEAT). Por dicha razón la Australian Therapeutic Goods Administration ha reconocido el nombre oficial de aceite esencial de árbol del té, al obtenido exclusivamente de Melaleuca
alternifolia.
Hasta la década de los setenta del siglo pasado la obtención del aceite se realizaba a partir de la flora espontánea, pero a partir de ese momento, el incremento de la demanda originado por el renovado interés hacia los remedios naturales, provocó el desarrollo de cultivos que garantizasen la producción de un aceite esencial de composición química estable y en cantidad suficiente para abastecer el mercado mundial.
Estos cultivos se encuentran localizados en el oeste australiano, Queensland y sobre todo en Nueva Gales del Sur,
alrededor de la región de Lismore.
Tanto el aceite esencial como las hojas eran utilizados desde la antigüedad por los aborígenes australianos, especialmente por sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Los nativos también las utilizaban para tratar resfriados o las aplicaban en forma de cataplasmas en la piel para curar sus heridas.
Las primeras referencias científicas que describen sus propiedades antimicrobianas se publican en la década de los 20 del siglo XX. En ellas se compara la eficacia del aceite esencial de Melaleuca y algunos de sus componentes aislados, con desinfectantes como el fenol, evidenciando para el aceite completo una actividad hasta 11 veces superior. Su reputada eficacia para el tratamiento tópico de infecciones fue la causa de que durante la Segunda Guerra Mundial los soldados australianos lo incorporasen en su equipo sanitario militar.
En la actualidad se han comprobado dichas propiedades además de haberse demostrado actividad antifúngica, antiprotozoaria y antiviral, por lo que se emplea, principalmente por vía tópica, en diversas afecciones cutáneas. Se encuentran formulaciones comercializadas tanto en Australia como en Europa y América del Norte.