Cuando una persona se moviliza, la sangre transporta mayor cantidad de oxígeno a los músculos aumentando así su capacidad de trabajo.
Lo ideal es practicar un ejercicio que resulte agradable, pero también puede ejercitarse aumentando las actividades de la vida cotidiana como por ejemplo, utilizar menos el carro, salir a caminar cerca de la residencia o subir y bajar las escaleras.
Asimismo es recomendable combinar el trote con ejercicios repetitivos de estiramiento y fortalecimiento de los músculos.
Con cautela
Si padece de tensión alta, problemas cardiacos, diabetes o dolores de espalda, consulte a su médico para que sea él quien le oriente acerca de las actividades que puede ejecutar.
Al principio no debe excederse de 20 minutos diarios, pero paulatinamente podrá incrementar el tiempo de ejercicio.