Hasta este momento aún era conocida por su nombre, pero al ser contratada por los ejecutivos de la Twentieth Century Fox para trabajar como extra, nacería su nombre artístico Marilyn Monroe.
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Su fama se hizo evidente en el cine luego de participar en la película Los hombres las prefieren rubias en 1953 o Cómo casarse con un millonario, producida en el mismo año, además de Vidas rebeldes y La tentación vive arriba.
Aunque su fama era grande, su vida amorosa no tuvo la misma suerte. Se casó tres veces, con James Dougherty, Joe DiMaggio y Arthur Miller. Aparte tuvo varios novios menos conocidos, pero su relación con el entonces presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy sin duda fue el más tormentoso.
Sin embargo, pese a belleza y fama que la acompañaban, algunos de los directores y profesionales de la industria del cine la atormentaban y menospreciaban por ser mujer. Esto fue lo que desencadeno muchos problemas psicológicos en la actriz como desarrollar una personalidad neurótica, depresiva y obsesiva, lo que la llevó al consumo de antidepresivos y medicamentos, de los que posteriormente acabaría cayendo en la adicción.
Murió a los 36 años el 5 de agosto de 1962 a causa de sobredosis de barbitúricos y somníferos. La autopsia decía que la causa de la muerte fue “probable suicidio”, pero la falta de pruebas y la forma extraña en que se encontró el cuerpo desató la idea en muchas personas que realmente fue asesinada.
Este 1 de junio la recordamos con sus frases más icónicas de la historia:
“Las desilusiones te hacen abrir los ojos y cerrar el corazón”
“He estado en un calendario, pero nunca he llegado a tiempo”
“No me interesa el dinero. Yo solo quiero ser maravillosa”
“El cuerpo está destinado a ser visto, no a estar todo cubierto”
“Primero, estoy tratando de probarme como persona. Quizás después pueda convencerme de que soy una actriz”
“Ninguna mujer debe olvidar nunca que ella no necesita a nadie que no la necesite a ella”
“Una mujer inteligente besa, pero no ama; escucha, pero no cree, y se va antes de que la dejen”
“En Hollywood te pagan mil dólares por un beso y cincuenta centavos por tu alma”
“No presumas de haber sido el primero en mi corazón, si no fuiste suficientemente inteligente para ser el último”
La frase más famosa de todas fue cuando le preguntaron qué se ponía para dormir y Marilyn respondió: “Unas gotas de Chanel No. 5…”
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