Una actuación impecable, que conllevó una transformación física impresionante, le valió el Óscar a Redmayne, quien se empapó de información e incluso estuvo en clases con una bailarina para conseguir que sus movimientos y el proceso degenerativo que debía actuar, fuera lo más verosímil posible; y lo consiguió.
Sin embargo, no es la primera vez que la crítica sucumbe ante una actuación de un personaje con discapacidad o ante una cinta que trata el tema.
Los Óscar han reconocido a personajes con discapacidades o enfermedades mentales memorables desde hace varias décadas.
En esta edición se hace un repaso por cintas que exploran estas temáticas.