Los investigadores dieron seguimiento a 119 mil hombres y mujeres, y encontraron que quienes comieron frutos secos casi todos los días tuvieron menos probabilidades de morir por enfermedad cardiovascular durante el período del estudio en comparación con quienes nunca las consumieron.
Beneficios
Comer frutos secos con menor frecuencia también disminuyó el riesgo de muerte, en proporción directa con su consumo.
El riesgo de fallecer por enfermedad cardiaca disminuyó 29 por ciento y el de morir por cáncer bajó 11 por ciento entre quienes comieron frutos secos a diario respecto de gente que nunca los consumió.
Se vieron los beneficios al comer cacahuetes, pistachos, almendras, nueces y otros frutos secos. Los investigadores no analizaron la preparación de los frutos secos: fritos, salados, al natural o tostados. Un beneficio adicional fue que quienes los consumieron se mantuvieron más delgados.
“Existe una percepción general que si uno come más frutos secos va a engordar; nuestros resultados muestran lo opuesto”, dijo la doctora Ying Bao, del Hospital Brigham and Women’s, en Boston, afiliado a Harvard.
Los investigadores no conocen la causa por la que estos alimentos pueden potenciar la salud. Pudiera ser que sus ácidos grasos insaturados, minerales y otros nutrientes disminuyan colesterol e inflamación y reduzcan otros problemas, como han mostrado estudios previos.
Investigaciones observacionales como esta no pueden probar causa y efecto, sólo indicar una conexión. La investigación sobre dietas es especialmente complicada, debido a puede ser difícil distinguir los efectos de cualquier alimento en particular.