“Tuve una hemorragia grave y se quedaron tocados los riñones, el hígado y otros órganos internos. Estuve ingresado cinco meses, dos de ellos en la UCI. Fue muy duro”, comenta el artista.
El cantante relató en una entrevista que “Me tuvieron que poner una bolsa, con los intestinos por fuera. Y a los dos meses, volví al quirófano para que me reconstruyeran. Me metieron el intestino para adentro, para unirlo a los dos tercios de intestino grueso que me quedaban”.
“En los últimos siete años ha pasado otras seis veces por quirófano, siempre por problemas del sistema digestivo. Después, durante un concierto en México, “apreté el diafragma para dar una nota muy alta y noté algo, un plaff. Enseguida apareció un bulto y ya sabía que era una eventración que me obligaría a pasar por el quirófano”.
Esta operación es casi a vida o muerte: “Con todas las reparaciones que tengo ahí dentro los médicos no saben si mi organismo va a aguantar o si voy a tener un fallo multiorgánico y me voy a quedar en el quirófano”. De hecho, los médicos le han recomendado que tenga todo arreglado antes de ir a quirófano, y cifran en un 70% las opciones de que no sobreviva”, comenta el artista.
José fue vocalista de una de las mejores bandas de rock, Mägo de Oz, pero después de su retiro lleva tres discos como “José Andrëa y Uróboros”
Andrëa nació hace 50 años en La Paz, Bolivia, pero a los tres meses se trasladó a Madrid, donde ha vivido desde entonces. Licenciado en canto por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, fue profesor de voz hasta que se enroló en 1994 en Mägo de Oz. Sus altos tonos vocales se escuchan desde el segundo disco del grupo, Jesús de Chamberí (1996), y canta en los clásicos de la banda: Fiesta pagana, Molinos de viento, La costa del silencio… Fue la mejor época de Mägo de Oz: llenaban plazas de toros en España y convocaban a miles de personas en Latinoamérica, especialmente en México.