Vida

|

Suscriptores

Está cordialmente invitado a nuestra boda (pero solo si ya está vacunado)

Muchas familias en Estados Unidos están optando la medida de solicitar que los invitados ya estén vacunados. Mientras que en Guatemala, se hacen pruebas para detectar el covid-19 el mismo día de la boda a todos los invitados.

Las bodas en época del covid-19 implican un nuevo reto y nuevos riesgos. (Foto: Freepik)

Las bodas en época del covid-19 implican un nuevo reto y nuevos riesgos. (Foto: Freepik)

Los invitados a la boda de Aliza Krichevsky el próximo septiembre en teoría tendrán que ponerse la vacuna del COVID-19 varias semanas antes de asistir, o no los dejarán entrar al recinto.

La inmunidad total después de vacunarse no se obtiene sino hasta 7 o 14 días después de la segunda dosis (que se pone un mes después de la primera), así que los invitados tendrán que planear con anticipación.

“Les pediremos con amabilidad a todos nuestros invitados que se vacunen”, dijo Krichevsky, periodista de Washington, añadiendo que habrá varios asistentes de alto riesgo (incluyéndola a ella) en la boda que se realizará el 5 de septiembre en el hotel Watergate en Washington, donde espera recibir a más de 280 personas. Krichevsky sufre de asma, su abuelo tiene diabetes tipo 2, su suegro fue sometido a un baipás triple y un trasplante de hígado, y ella preferiría que no tuvieran problemas de salud adicionales a costa suya.

(Ilustración: The New York Times)

Sabe que esto significa que sus invitados tendrán que comenzar el proceso a mitad del verano a fin de tener la inmunidad requerida para el gran día.
Amber Cole, una maestra de 27 años que vive en Oswego, Illinois, también quiere pedir a sus 40 invitados que se vacunen contra el covid-19 antes de asistir a sus nupcias en Francia el 3 de julio. Mencionó que estaba dispuesta a posponer la boda si la mayoría de sus invitados no tienen acceso a la vacuna a tiempo.

Las parejas que están planeando grandes bodas para este verano o después no saben bien cuántas medidas de precaución pueden pedirles a sus invitados. Hasta ahora, las mascarillas, la sana distancia e incluso pruebas rápidas de covid-19 eran prácticas apropiadas de mitigación de riesgos durante la pandemia de coronavirus.

“Todo esto es muy nuevo”, dijo Jacqueline Whitmore, experta en etiqueta de Palm Beach, Florida, quien dudó unos segundos cuando se le pidió su opinión.

“Entiendo que le pidan a la gente un comprobante de que salieron negativos por covid, pero en cuanto a vacunarse, creo que esa es una decisión personal”, comentó Whitmore.

En diciembre, Birdy Grey, una compañía de atuendos para boda con sede en Los Ángeles publicó una encuesta en sus historias de Instagram en la que preguntaba a las novias si tenían planeado pedir a los invitados que se vacunaran antes de su boda. De las 4200 que respondieron, el 35 por ciento dijo que sí y el resto dijo que no.

“En el caso de las que dieron una respuesta afirmativa, es sobre todo por la seguridad de sus seres queridos mayores que corren más riesgo”, dijo Grace Lee, fundadora y directora ejecutiva de Birdy Grey. “Otras nos han dicho que de manera amable están exhortando a sus invitados a vacunarse, pero sostienen que es opcional”.

Entre los que se oponen a exigir que los invitados se vacunen se encuentra Keith Willard, organizador de bodas en Fort Lauderdale, Florida. “Sé que en estas épocas todo el mundo siente que tiene derecho a pedirles lo que sea a sus invitados”, dijo. “Pero sugerir que se vacunen está en otro nivel”. Los invitados deberían poder tomar decisiones con las que se sientan cómodos, opinó Willard.

Lewena Bayer, experta en urbanidad laboral que vive en Calgary, Alberta, dijo que, si habrá invitados de alto riesgo, por su salud vale la pena arriesgarse a hacer algo que parezca descortés. Sostuvo que es aceptable pedirles a las personas que se vacunen, y entender que algunos quizá opten por no asistir.

No todos, incluso unos cuantos médicos, concuerdan en que es necesaria una vacuna para acudir a una boda, y la vacuna tampoco cambiará de manera drástica la manera en que vivimos nuestra vida en este momento.

Una encuesta realizada por The New York Times en diciembre a 700 investigadores de salud pública encontró que a los doctores todavía les preocupa la longevidad de la inmunidad, la mutación del virus y la distribución de vacunas. El tres por ciento de los investigadores de salud pública declararon que han acudido o habrían acudido a una boda o funeral en el mes previo a la encuesta. La mitad de los encuestados señaló que no regresaría a su vida normal de antes de la pandemia sino hasta que el 70 por ciento de la población estuviera vacunada.

La vacunación ya inició en varios países del mundo. (Foto: AFP)

Sin embargo, Mercedes Carnethon, vicepresidenta de investigación en el Departamento de Medicina Preventiva en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste, afirmó que ella se sentiría cómoda de ir a una boda si estuviera vacunada, aunque otros invitados aún no se hubieran vacunado. Pero lo mismo no aplica para sus hijos.

“Los niños menores de 16 no son elegibles para la vacuna”, dijo Carnethon. “Si permites que vayan personas que no están vacunadas entonces estás poniendo en peligro a otros”.

Aun así, a medida que la vacuna se vuelve más asequible, quizá sea más normal ver que se pida o exija que la gente se vacune antes de participar en eventos, comentó Lisa Maragakis, directora sénior de prevención de infecciones en el Hospital Johns Hopkins. También es importante recordar que la vacunación no es un sustituto de las medidas de prevención de infecciones como usar mascarillas y mantener una distancia física, dijo Maragakis.

“La vacuna principalmente protege al individuo que está vacunado, pero aún no conocemos qué tanto reducirá la vacunación la capacidad de una persona de portar y transmitir el virus a otros”, indicó.

Ahora mismo es difícil predecir cuándo terminará la pandemia, o cuándo podremos regresar a hacer celebraciones en grupo sin preocuparnos por mascarillas o vacunas, dijo Maragakis.

Hasta que eso ocurra, los casamientos deben ser más pequeños.