Podrán pasar décadas y décadas, pero Will Smith (Philadelphia, EE.UU., 1968) conserva en Hollywood, y ante sus numerosos seguidores en todo el mundo, la imagen juvenil de tipo extrovertido y travieso que goza de la fama como si fuera un juego de niños.
Por ello, a nadie le sorprenderá que el actor no se conforme con una fiesta tradicional y relajada para celebrar su medio siglo de vida, sino que mañana, tal y como ha anunciado en su muy activo perfil de Instagram, hará puenting desde un helicóptero en una zona cercana al Parque Nacional del Gran Cañón (EE.UU.) y lo transmitirá en directo en su canal de YouTube.
Ese aspecto desenfadado y cercano, que le aleja de otras figuras del mundo del espectáculo que parecen inalcanzables, seguramente fue un punto muy a su favor para ser el elegido por el cineasta Guy Ritchie para doblar al Genio en la nueva versión de Aladdin de Disney, que se estrenará el próximo año.
Smith tomará así el relevo del recordado Robin Williams, que prestó su voz en la cinta original de Aladdin (1992) a este inolvidable y disparatado personaje.
Aunque en 2018 no ha estrenado ninguna película, Smith no se ha tomado un año sabático sino que ha estado trabajando en proyectos como Gemini Man, un largometraje de Ang Lee que le dio la excusa ideal para enamorarse de Cartagena (Colombia) mientras rodaba ahí parte de la película.
No ver su nombre en la gran pantalla recientemente tampoco ha hecho mella en su popularidad, puesto que sigue cautivando a sus fanáticos ya sea participando en la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol de Rusia 2018 o tratando de cantar en español La Bamba en uno de sus múltiples videos para las redes sociales.
Nominado en dos ocasiones al Óscar (Ali, 2001; y The Pursuit of Happyness, 2006) y con cuatro Grammy en su haber por su carrera musical, Smith asegura en su perfil de Instagram que sigue siendo “el mismo chico de West Philadelphia”.
Bajo el nombre The Fresh Prince, Smith comenzó su trayectoria artística en el dúo de rap DJ Jazzy Jeff & the Fresh Prince, que cosechó un gran éxito con el álbum He’s the DJ, I’m the Rapper (1988).
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Pero el trampolín definitivo a la fama para Smith fue The Fresh Prince of Bel-Air, una de las comedias televisivas más populares de los años noventa y en la que interpretaba a un joven de Philadelphia que se mudaba a la mansión de sus ricos tíos en California.
De ahí se pasó al cine, donde el actor se convirtió en una garantía taquillera para los estudios ya fuera con el cine de acción y comedia de Bad Boys (1995), el filme apocalíptico Independence Day (1996) o con los irreverentes agentes de Men in Black (1997).
No obstante, Smith también ha sufrido algunos patinazos en su carrera como el fallido wéstern futurista Wild Wild West (1999) o la decepcionante Suicide Squad (2016), que reunió a un grupo de antihéroes de DC Comics.
Con un gran talento para la comedia, el actor trató de distanciarse de sus papeles habituales por medio de apuestas dramáticas como Ali (2001), una película en la que interpretó a la leyenda del boxeo Muhammad Ali.
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Al margen de Aladdin y Gemini Man, Smith tiene previsto rodar la segunda parte de Bright, cinta estrenada por Netflix en 2017; así como la tercera entrega de Bad Boys, de nuevo junto a su compañero de aventuras Martin Lawrence.
El actor se casó en 1997 con la actriz Jada Pinkett Smith, con quien forma una de las parejas más influyentes y respetadas de Hollywood.
Ambos se negaron a acudir a la ceremonia de los Óscar en 2016 en protesta por la falta de actores negros entre los candidatos a los premios de interpretación de la Academia de Hollywood.
Tienen dos hijos que ya han dado sus primeros pasos en el mundo del cine de la mano de su padre: Jaden Smith, coprotagonista de The Pursuit of Happyness; y Willow Smith, que apareció en I Am Legend (2007).