Escenario

Vida breve: Aprender a pensar

He leído recientemente en una publicación literaria una frase que me pareció sospechosa.

Según ella “Hoy, el público sabe perfectamente que las novelas no son otra cosa que el producto espiritual de unas cuantas tazas de café bien cargado”… También puede ser de unos vasos de vino, de unos cigarrillos o de algunas drogas, ha olvidado añadir él que sostiene tal opinión.

Una novela puede ser además, el resultado de una guerra o de una crónica de la realidad, puede ser cualquier cosa, pero sólo importa si es buena o mala.

Una novela puede ser con café o sin él deshumanizada, postromántica, epistolar, puede ser una ficción histórica o alegórica; puede ser una denuncia o un testimonio, con tal que sea literatura bien parada.

Puede tener éxito siendo premiada y puede también ser la huella inconfundible del arte nuevo o sea de la violencia o del tecnicismo.

En cuanto a la literatura social ésta aumenta la conflictividad social más que la solución de los conflictos…

Hay que rehuir de usar la literatura para fines extraliterarios como la economía o la política. Una novela, según mi entender, basada en la realidad o fantasía, debe ponerse al servicio de un tema actual de calado humano, una tragedia personal o la búsqueda de una identidad individual.

Una obra literaria biográfica o autobiográfica debería ser una aportación lúcida y orientadora al conocimiento de la condición humana en nuestro tiempo.

Puede ser crítica o humorística, puede ser escrita en el estilo del dinamismo periodístico, o a la manera de los clásico, redactada como al novelista le dé la gana, desde el final hacia el principio, a la usanza del neorrealismo, con comas o sin comas, respetando la gramática o a pesar de ella, dejándose ir hacia un estilo caótico con toda la negligencia de la ortografía, como ha demostrado en sus versos y escritos el famoso poeta Juan Ramón Jiménez.

Confieso que acabo de publicar un libro nuevo. “Encuentros, Viajes y Desencuentros” es su título.

Mis errores en este libro de cuentos cortos y encuentros con gente rara, me han corregido amigos añadiendo sus errores a los míos.

Pero la vida es la que contiene aun más errores que el arte y la entrega de esta obra, agotada y reeditada, fue una entrega sumamente original: el público reunido para este evento en el Club Alemán el 18 de octubre fue numeroso.

Las palabras de presentación del Lic. Amable Sánchez muy profundas y hermosas como todas las de este gran poeta.

El deseo de los asistentes de adquirir el libro ha sido grande, sólo que por razones misteriosas, no habían traído ni un solo ejemplar por lo que no he podido firmar los libros que se hubiesen vendido de haber estado lista a tiempo su impresión.

Y así como hay novelas inconclusas y presentaciones de libros imperfectas por graves contratiempos, así también leer resulta un buen deporte para los que entrenan su mente para pensar.

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