“Don Vicente Fernández continúa estable, con períodos de despierto durante el día”, dice el reporte.
Agrega que se continúa con la rehabilitación pulmonar del cantante, que permanece hospitalizado desde el 6 de agosto de 2021, después de haber sufrido una recaída.
El informe dice, además, que se sigue con la progresión del retiro de ventilación ya que “su esfuerzo respiratorio continúa siendo débil por lo cual requiere soporte”.
El comunicado médico también arroja luces de esperanzas para la familia, así como para los seguidores del charro mexicano.
Establece que, de continuar su estado de “estabilidad” y no haber mayores eventualidades, “se pretende salir de terapia intensiva y continuar sus cuidados en habitación”.
Desde el 9 de agosto, los familiares de Vicente Fernández dijeron que proporcionarían actualizaciones sobre el estado de salud del intérprete mexicano.
En el presente reporte agradecen al público por estar pendiente de la salud de Chente, a la vez que lamentan la actitud de medios que publican cualquier rumor y especulen sin tomar en cuenta la información proporcionada directamente por sus médicos.
“La familia amigos y equipo médico agradecemos no hacer especulaciones sin sustento”, dice el texto.
En agosto último, el hijo del artista mexicano, Vicente Fernández Jr., reveló que su padre padecía el síndrome Guillain-Barré y que se encontraba en tratamiento desde el 13 de ese mes.
El 5 de octubre pasado se señalaba que el proceso de rehabilitación de Vicente Fernández requería de un programa con terapias físicas, pulmonar y de deglución.
Posteriormente hubo rumores de que la familia del artista le retiraría los aparatos que le ayudan a respirar, algo que su hijo mayor, Vicente Fernández Jr., de nuevo salió a desmentir.
Ver esta publicación en Instagram
Qué decía el último reporte
El anterior informe médico establecía que Fernández se mantenía “muy dependiente de ventilación por medio de traqueostomía” y que “su esfuerzo respiratorio aún era débil”.
Según explicaba el reporte, esta condición se debía al estado en que se encontraban sus “nervios periféricos”, que son los responsables de comunicar al cuerpo todos los mensajes que provienen desde el cerebro y la médula espinal, según especialistas.