“El Charro de Huentitán” confesó en varias entrevistas que al principio de su carrera dividía sus ingresos entre su madre, Paula Gómez, y su esposa “Doña Cuquita”.
Sin embargo, con el paso de los años y el aumento de su fama, el intérprete de música regional mexicana decidió invertir su fortuna en varios negocios, empresas y propiedades.
De acuerdo con el portal web Celebrity Net Worth, el patrimonio que dejó Vicente Fernández se estima que asciende hasta los 25 millones de dólares.
No obstante, la fortuna de la dinastía Fernández abarca mucho más, ya que engloba las ganancias de los hijos del legendario cantante y todas sus empresas.
Las marcas, propiedades y empresas que pertenecen a la familia de “El Charro de Huentitán” son muchas y van desde taxis aéreos hasta un centro de planchado en México.
Vicente Fernández tiene bajo su nombre al menos 26 marcas registradas, las cuales incluyen una empresa dedicada al calzado y otras marcas dedicadas a la comercialización de carteras, sombreros, perfumes y materiales impresos. En estas pequeñas tiendas se pueden encontrar llaveros, botas para montar y sillas de caballo.
Añadido a esto, el cantante mexicano es dueño de un pequeño bar y un restaurante a las afueras de su legendario rancho. En estos establecimientos se puede adquirir el famoso tequila producido por “El Charro de Huentitán”, el cual tiene un precio de aproximadamente 100 dólares.
Por otra parte, Alejandro Fernández, hijo del intérprete de “Mujeres divinas”, tiene registradas 17 marcas a su nombre.
Camila Fernández y Alex Fernández, nietos del legendario cantante, también cuentan con empresas registradas a su nombre, las cuales se dedican al entretenimiento, actividades deportivas y servicios musicales.
De igual manera, Alejandra Fernández, única hija de “El Charro de Huentitán”, registró en 2011 una marca de bolsas y vestidos inspirada en las raíces mexicanas. Actualmente, la diseñadora cuenta con un total de siete registros relacionados a la moda.
Finalmente, el hijo mayor del fallecido intérprete, Vicente Fernández Jr, tiene bajo su nombre ocho marcas, entre las que destacan una de tequila y una relacionada a la educación.
La dinastía Fernández también es dueña de al menos 25 empresas en México, las cuales están englobadas en el conocido “Grupo Fernández”.
Entre estas grandes empresas destacan la Desarrolladora Santa Fe-Zapopan, en la cual Alejandro, Gerardo y Vicente Jr. tienen participación y la inmobiliaria del Jilguero y Ferbar, negocio bajo las órdenes de “El Potrillo”.
El intérprete de “Como quien pierde una estrella” también es dueño de un curioso negocio con sede en México: un centro de planchado.
La dinastía Fernández también ha incursionado en el negocio de los transportes, ya que cuentan con su empresa “El Caminante”, la cual se encarga de rentar aviones Learjet 45 para transporte aéreo.
Por si fuera poco, la riqueza de la familia Fernández no se basa únicamente en sus marcas y negocios. Los herederos de “El Charro de Huentitán” también cuentan con varias propiedades que han hecho que su fortuna crezca cada día más.
La propiedad más importante bajo el nombre de esta dinastía mexicana es el rancho “Los Tres Potrillos”, nombre que hace referencia a los tres hijos hombres de Vicente Fernández.
Este mítico rancho se encuentra situado en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, cerca de Guadalajara y fue construido en 1980 bajo las órdenes de “El Charro de Huentitán”.
El rancho “Los Tres Potrillos”, el cual fue el hogar de Vicente Fernández hasta el momento de su muerte, cuenta una extensión de más de 500 hectáreas y actualmente se encuentra abierto al público.
Los seguidores de “El Charro de Huentitán” pueden acceder gratuitamente a esta finca y tomar fotografías del hogar del legendario intérprete de música regional mexicana.