CULTURA
Una lectura crítica y polifónica de Guatemala en palabras de 11 autores locales
Un recorrido por varios libros -y sus autores- que invitan a deconstruir la idea del país a través del periodismo, la arqueología, la novela y la poesía.
Algunos de los libros publicados en los últimos 5 años en Guatemala que narran sobre la historia del país. (Fotos Prensa Libre: Cortesía Sophos)
¿Por dónde se empieza a conocer un país? ¿Por lo que se escucha de él o por las imágenes que se le alcanzan a ver? Para los obstinados con ir más al fondo de un lugar, quizá no solo basta con esas opciones. Para profundizar, existen herramientas como los libros que, así como abren el techo de la mente, lo abren a más información y el reconocimiento de anécdotas sobre un contexto y su historia.
Coincidiendo con el "mes patrio", la noche del 24 de septiembre de este año fue celebrada la jornada de charlas Guatemala en letras, un evento convocado por la librería Sophos, y en el cual participaron 11 autores guatemaltecos quienes charlaron sobre sus distintas formas de narrar y pensar desde el país.
Celebrado en el Teatro Dick Smith del Instituto Guatemalteco Americano, la nueva edición de esta propuesta buscaba tomar distancia del discurso "patriótico", lejos de pensar autores y piezas complacientes con la historia. La perspectiva crítica al relato nacional, la cotidianidad, la experimentación escrita y la poesía se ocuparon de reclamar la atención del evento.
Desde narrativas que trataron la corrupción -como las abordadas por los periodistas Henry Bin y Edwin Pitán-, otras que sumaron la mirada femenina -con voces como la de Vania Vargas o Gloria Hernández- y que alcanzaron anécdotas sobre la migración al país -como las relatadas por Francisco Pérez de Antón-, Guatemala en las letras ofreció un mapeo sobre cómo varios autores y sus libros han narrado la historia local desde distintas perspectivas y tensiones.
Sobre esto se ocupó el primero de los bloques durante la noche. La deshonestidad que brota del Estado y la sociedad, fue tratada por los periodistas Pitán y Bin, quienes publicaron el libro de relatos Guatemala Corrupta en 2022. "Con estas historias queremos que al finalizar, el ciudadano se detenga a pensar antes de actuar y que al final haya una corrección de este tema", compartió Henry Bin el pasado 23 de septiembre.
Llevando la conversación a las entrañas de la sociedad y su peste, el abogado y escritor Julio Prado compartió algunas experiencias desprendidas de su libro La noche viene sin ti. En la novela, Prado hila una historia sobre casos de adopción ilegal en el país. Varios de los cuales llegó a conocer mientras era fiscal.
En ese contexto, el autor decidió narrar de manera auto-ficcionada las vivencias en un sistema judicial que olvida a la infancia, pero donde también -paradójicamente- puede nacaer un optimismo devastador. "Guatemala es una máquina de hacer daño. Aquí todos los días retan nuestro asombro", dijo Prado refiriéndose a la crueldad con la que fue escribiendo su libro; uno hecho de pequeños capítulos para "no aburrir a la gente".
Hablar de pausas y optimismos emergentes se alinea de forma orgánica con la poesía; algo que la autora Vania Vargas ha explorado en sus últimos libros como Generalidades y reglas de la fuga. En esta compilación de textos poéticos, la escritora quetzalteca habla sobre la impermanencia a través de una serie de ideas instructivas para caminar por el tiempo.
En el caso de Vargas, las temporalidades guardan un lugar importante. Ya sea en sus libros de narrativa o en los poéticos, la escritora suele examinar el peso de la vida con lentes íntimos y contextuales. En Un mi rinconcito, otra de sus obras recientes, la autora construye con esa misma mirada el relato Marilyn Pennington, la empedernida lectora que a los 51 años abrió las puertas de la librería Sophos.
La escritura femenina y contemporánea de Guatemala dialoga con otros territorios. De esa cuenta puede mencionarse un trabajo como Desde el centro de América: Miradas Alternativas, donde se explora la escritura de mujeres que habitan la franja centroamericana y el Caribe. El mismo presenta textos que fueron concebidos originalmente en castellano, kaqchikel y creole.
El libro recopilatorio, coordinado por Gloria Hernández -ganadora del último Premio Nacional de Literatura- explora la diversidad de miradas en un mismo sitio. La escritora quien estuvo presente en el foro de autor del 24 de septiembre, identificó la experiencia de curar esa edición como algo enriquecedor y revelador.
Sobre los territorios y el tránsito más allá de Guatemala, también habló Carol Zardetto. Durante su intervención, la autora recordó sus tiempos en Cuba, mientras fue estudiante de cine. Ese capítulo, recordado bajo anécdotas sobre el régimen revolucionario, la joven adultez y el intercambio cultural, motivaron que Zardetto escribiera Cuando los Rolling Stones llegaron a La Habana.
“Las lógicas del poder siempre están en contra de la gente —el poder no está para proteger ni beneficiar a la gente. Es más fácil cuando llegas como observador foráneo”, mencionó Zardetto, quien además enfatizó cómo la ficción se convierte en una poderosa herramienta para desafiar las narrativas oficiales y para explorar los efectos del poder en las vidas cotidianas.
Dentro de los relatos oficiales se incrustan pequeñas historias que no siempre son conocidas. Sobre esto habla Elizabeth Osorio Bobadilla en su libro El Hombre Lobo, el cual recopila testimonios de hombres y mujeres que formaron parte de la lucha armada durante los años más duros del conflicto guatemalteco.
Osorio explicó que su obra no solo tiene la intención de recordar a los que lucharon, sino de ofrecer un acercamiento a sus motivaciones, sus sacrificios y las lecciones que pueden seguir ofreciendo a las generaciones actuales.
Sobre el poder, sus barreras y posibilidades habló Eduardo Guayo González, hijo de Eduargo González, hijo del fundador de Bancafé. Por su parte, Guayo, reflexionó sobre el vínculo que tuvo con su padre y la manera en que este moldeó su vida intelectual, empresarial y social.
Proveniente de una familia de la élite económica, González se distanció de los estereotipos tradicionales sobre esta clase social para hacer una crítica de ella. Su perspectiva es que, a diferencia de otros países como España o Chile, en Guatemala las élites no se interconectan lo suficiente para generar una sociedad más equitativa. “En este país, los ricos están cabales. Cuidado con creer que es solo de empresarios. Nunca deberíamos estar cabales, debería haber más resistencia a la apertura”, comentó con ironía.
Martín Díaz Valdés, ganador del Premio Monteforte Toledo 2023, reflexionó sobre el tiempo necesario para que una obra madure y adquiera profundidad. Durante el evento, compartió que su proceso creativo para su último trabajo tomó más de cinco años, un tiempo de investigación, curiosidad constante y reflexión.
Díaz también destacó el uso del idioma k’iche’ en su libro, reconociendo el lugar que tuvo en algún momento en su familia, pero que se disipó luego de un proceso de ladinización.
El diálogo entre lógicas ladinizadas y ancestrales es relevante para asimilar la historia de Guatemala. Sobre esto ha consistido parte del trabajo del arquéologo Diego Vásquez, quien es autor del libro Heterarquía y Amaq'. Durante la charla del pasado 24 de septiembre, el especialista ofreció una visión desde la antropología y la arqueología al hablar de conceptos como la heterarquía, un sistema de organización horizontal de las comunidades k'iche', y la cual contrasta con una jerarquía vertical que podría aplicarse a la realidad contemporánea de Guatemala.
Vásquez explicó que muchas comunidades indígenas han sobrevivido gracias a la capacidad de consensuar y a una dinámica social más igualitaria. "Un país tan complejo y complicado no puede funcionar únicamente con sistemas jerárquicos", afirmó, sugiriendo que la ciudad podría beneficiarse de estos modelos ancestrales.
Son interminables las formas de leer este territorio compartido. Parece interesante cómo luego de ser leído por otros ojos, surgen de ese gesto, perspectivas igualmente ricas. El español Francisco Pérez de Antón ha sabido esto muy bien durante los últimos 61 años de su vida. Durante el encuentro de autores en el IGA, el escritor concluyó la jornada hablando sobre su motivación para explorar la historia de Guatemala desde una perspectiva más profunda y personal.
El también galardonado de la reciente XXI Feria Internacional del Libro de Guatemala, compartió una anécdota sobre su primer encuentro con el Popol Vuh, cuando tenía 23 años, y cómo su primer acercamiento al texto fue desconcertante, pues no entendía nada de lo que leía. Sin embargo, con el tiempo, esa confusión inicial lo impulsó a estudiar más a fondo la mitología guatemalteca.
"No quería quedarme en la epidermis. Pasar por Guatemala, pero que Guatemala no pase por ti, eso es lo que quería evitar", recordó el escritor. Después de años, y tras dejar el mundo empresarial, decidió dedicarse a entender la historia de su país, lo que culminó en su obra Cansados de esperar el sol, una frase extraída del Popol Vuh. Esta obra, según Pérez de Antón, representa el entendimiento de la parte mítica de la historia guatemalteca, que muchas veces permanece en las sombras del conocimiento popular.
Aun cuando se trata de una visión amplia sobre las particularidades de la escritura local, es fundamental reconocer que la historia no es única ni lineal; va mucho más allá de lo que percibimos, lo que nos narran o lo que aprendemos en las aulas. Las obras de los autores presentados abren un espacio en la mente, como un cajón lleno de herramientas, que nos invita a seguir deconstruyendo el país desde perspectivas más profundas y reveladoras.