Cada mañana despierta se prepara, desayuna y a las 8 de la mañana empieza su trabajo que solo se detiene a la hora de almuerzo y luego al final de la tarde.
Ella elabora las baquetas de marimbas en el negocio familiar que heredó con su esposo, Juan Julián Canastuj, fallecido en 2018. Casi cincuenta años que la familia se han dedicado a ello en esta aldea ubicada a 65 kilómetros de Totonicapán. La fundación de la misma se cree que fue aproximadamente hace unos 100 años, pero no se tienen datos exactos de su fundación.
Alfredo Canastuj Tumax, hijo de la pareja comparte que tiene cinco hermanos y la mayoría de ellos también están dedicados a la fabricación y distribución del instrumento nacional en Guatemala y otros países tanto en Estados Unidos como Europa. “Nuestra niñez fue entre las teclas, las baquetas y el sonar de la marimba…es el trabajo de nuestra familia y todos lo recordamos con cariño”.
El trabajo de la elaboración de marimbas se dirige a una población no solo a nivel nacional, se estima que hay más de 500 grupos marimbísticos en el país en las modalidades de marimba pura, de concierto, orquesta, tradicional y de instituciones educativas.
La labor de las baquetas
Una publicación de Alfredo se hizo viral en redes sociales cuando describió el trabajo de su mamá, “esto se hizo popular porque en Guatemala la mujer no siempre es tomada en cuenta en cultura y deporte, es a veces discriminada y muchas personas se sorprendieron del trabajo que ella hace y por eso tuvo impacto”, recuerda.
La elaboración de baquetas no es sencillo. Requiere de habilidad en las manos, en la que se utiliza un mango de madera de cedro y se extrae la resina de hule para la cabeza. También es necesaria la cera y tripa de cerdo, pues así se elabora mejor la tela con las que se cubre un pequeño orificio en las cajas de resonancia. El proceso es artesanal. Cada baqueta tiene su propia función.
Por lo regular construir una marimba de concierto lleva un mínimo de tres meses desde el corte de madera, ensamble y lleva un juego de 16 baquetas.
La familia comparte que durante la pandemia no se ha detenido la elaboración de marimbas. Municipalidades y otras instituciones solicitaron la elaboración de instrumentos.
“Mi mamá desde su trabajo nos enseña con su ejemplo a salir adelante”, agrega Alfredo. Además de elaboración de baquetas también es emprendedora de otros negocios de venta de productos.