Una de ellas fue la universidad de Harvard, la cual creó un inusual curso titulado “Taylor Swift y su mundo”, dirigido por la crítica literaria Stephanie Burt. La propuesta aborda la presencia de Swift en la cultura contemporánea y la influencia literaria en sus canciones, promoviendo aprecio por la composición de canciones y valorización de creadores menos conocidos.
En este tipo de cursos se analizará cómo la evolución de los géneros musicales influye en sus letras. Destaca el álbum “Red” como una muestra de la transformación artística de la cantante.
Otras universidades, como la de Texas en Austin, han adoptado programas similares, reconociendo el valor literario en las composiciones de Swift.
Este enfoque académico no es exclusivo de Norteamérica, la Universidad de Gante, en Bélgica, también imparte un curso llamado “Literature (Taylor’s Version)”, liderado por Elly McCausland.
En el cuerso, la catedrática utiliza las letras de Swift para explorar temas literarios clásicos, abordando desde el feminismo hasta el mito del antihéroe.
McCausland busca hacer la literatura accesible y atractiva para todos, utilizando la música de Swift como puente entre géneros artísticos.
A pesar de críticas, estos cursos demuestran que la música pop puede servir como herramienta educativa, conectando a nuevas generaciones con la riqueza de la literatura clásica.
Mientras tanto, Taylor Swift continúa siendo una figura influyente en la cultura actual, no solo como estrella de la música pop, sino también como personaje del año según la publicación de la revista Time en 2023. Su éxito se extiende a su gira “The Eras Tour”, que busca batir récords de recaudación y subraya su impacto global.