No en vano es llamado el Rey Midas de Hollywood, pues las historias que ha llevado a la gran pantalla han cautivado masas y han logrado millones de dólares en la taquilla. Según la revista Forbes su patrimonio asciende a los US$7 mil millones. Pero más allá de su fortuna, es considerado uno de los grandes de la cinematografía cuya imaginación no tiene límites.
“No deberías soñar con tu película, deberías hacerla”, ha confesado.
Su legado
Su magia detrás de la cámara es capaz de crear un universo donde todo es posible, en el que habitan extraterrestres, dinosaurios, gigantes y hombres comunes convertidos en héroes.
Todo comenzó en 1958. Tenía 12 años cuando tomó la cámara Súper-8 de su padre para hacer su primer cortometraje llamado el Duelo final. Ese fue el detonante para lo que vendría después: más de 40 películas como director y productor.
Tiburón (1975) fue el título que le dio notoriedad dentro del género del suspenso y aventura, y destacó como el mejor estreno de ese año.
Su trabajo recibió críticas positivas. Pauline Kael, de la revista The New Yorker, lo calificó como “la película de miedo más absolutamente perversa de toda la historia”.
Continuó dirigiendo y produciendo filmes, pero llegó E.T. el extraterreste (1982), una historia casi autobiográfica de su niñez, que marcó su carrera para siempre.
Después del divorcio de sus padres y en sus años de infancia, Spielberg llenó el vacío con un amigo extraterrestre imaginario, que más tarde inspiró el personaje de la película, que se convirtió en una joya de la cinematografía, y aunque no ganó el Óscar a mejor director venció en cuatro categorías más.
El crítico de cine Roger Ebert dijo: “No se trata simplemente de una buena película. Es una de esas cintas que barre lejos nuestra cautela y gana nuestros corazones”.
Con Jurassic Park, Spielberg revolucionó el cine con sus efectos especiales. La historia puso en evidencia el tema de la clonación y llevó a la pantalla distintas especies de dinosaurios para que convivía con los humanos. La película es un referente del género de ciencia ficción.
La aventura también está presente en sus relatos. Indiana Jones es un claro ejemplo de ello, aunque es una historia de George Lucas —otro grande la cinematografía—, fue él quien se sentó en la silla de director y convirtió al arqueólogo en un ícono del género.
Spielberg ha experimentado en el drama y ha resaltado los puntos decadentes de la humanidad con títulos como El color púrpura (1985) o La lista de Schindler (1993), sobre el holocausto judío que le mereció la estatuilla de la Academia de Hollywood como mejor director.
Fue con Rescatando al soldado Ryan (1998) que logró su segundo Óscar en este rubro, y demostró que también es un genio del cine serio, y al que han seguido otros como La terminal (2004), Lincoln (2012) y Puente de los espías (2016).
Por venir
En sus próximos proyectos se cuenta The Kidnapping of Edgardo Mortara, en el que fichó al actor de origen guatemalteco Óscar Isaac como protagonista. La cinta relata la historia de un niño judio que es separado de sus padres por los inquisidores católicos, bautizado en secreto y dado en adopción, donde es criado como cristiano. El filme ambientado en 1858 comenzará a rodarse el próximo año.
“Muchas de mis películas tratan sobre la forma en que yo deseo que fuera el mundo, y eso forma parte de mi arte, que a fin de cuentas es un arte interpretativo”, ha indicado.