Serrat explicó que se siente “orgulloso” de recibir un premio que lleva por nombre el de las cortes que alumbraron la Constitución de 1812, que marcó “un salto extraordinario” en la vida pública al recoger principios como la soberanía popular o que todos los individuos son “libres e iguales” .
También agradeció que el premio reconozca en él a “un divulgador” de la poesía española.
Pero quiso matizar que él nunca se propuso divulgar la poesía española: “Le puse música a poemas de Machado, Hernández y otros, porque sus poesías me conmovieron, sonaban a las canciones que me hubiera gustado escribir” , explicó para hacer después un alegato en favor de la lectura: “Un país que no lee, no progresa”.
Sobre su papel en Iberoamérica, Serrat confesó que tiene “una deuda profunda” con América: “Más que tender puentes, hice míos los puentes que América me tendió”.
El cantante también se refirió a otro de los motivos por los que le ha sido concedido el Premio Iberoamericano de la Música Cortes de Cádiz, su defensa de los valores éticos, democráticos y morales.
Defendiéndolos, actúa “en defensa propia” , dijo después de explicar que “difícilmente los hombres avanzan de otra forma que no sea juntos”.
Serrat, que contó también que siempre ha tenido “la necesidad imperiosa de querer y ser querido” y dedicó este premio a todos sus amigos “de aquí y allá” que le han descubierto “caminos” , acabó su discurso marcando desde el atril el ritmo de unas alegrías de Cádiz.
Serrat sucede a Plácido Domingo y a José Antonio Abreu en los galardonados con este reconocimiento, una de las doce disciplinas con las que el Ayuntamiento de Cádiz distingue a talentos iberoamericanos con los Premios Cortes de Cádiz, que han cumplido esta edición catorce años.
En declaraciones a los periodistas, el cantante reconoció que no tiene “ningún propósito” de retirarse. Con “¡lo bien que me lo paso en el escenario!”, resaltó.