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“La recuperación fue difícil”, dijo Raísa, de 29 años, quien reveló a W magazine, en una entrevista, que su amiga se sentía aterrada por el procedimiento.
“No quería comer, no quería beber nada. Selena también tenía una complicación. Unas horas después de nuestra cirugía, me desperté y recibí un mensaje de texto que decía: 'Estoy realmente asustada'. El riñón que le había donado estaba muy activo, y cuando ella se dio vuelta, se le rompió una arteria”, contó Raísa.
“Tuvieron que llevarla a cirugía de emergencia, tomar una vena de su pierna y construir una arteria nueva para mantener el riñón en su lugar. Podría haber muerto“, refirió la actriz de la serie Grown-ish, de 29 años.
Raísa indicó que ambas decidieron mantener la cirugía en secreto debido a que sabían que iba a ser difícil la recuperación. Ambas sufrieron depresión luego de la intervención y por ello no querían demasiada atención.
“Es difícil la recuperación para el donador, porque perdemos algo de nuestro cuerpo que se supone que no debería ser extirpado”, dijo.
“Nunca he hecho pública mi vida personal. He salido con muchas personas famosas y nadie lo sabe porque me gusta la privacidad”, dijo la actriz, quien expuso que comenzó una audición dos semanas después de la cirugía y que tenía tanto dolor, que, incluso, se le dificultaba abrir la puerta.
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