Por ahora, comienza el trámite de repatriación de estas piezas que es “tan importante para el país recobrar estos vestigios. Nuestro patrimonio”, dijo Luis Chea Urruela, ministro de Cultura, a Prensa Libre.
Antecedentes
Las piezas fueron halladas en un museo salvadoreño, en el 2013, gracias a la denuncia que hizo al Ministerio de Cultura y Deportes un visitante guatemalteco, al vecino país.
En julio de ese año comenzó el proceso de recuperación de las piezas.
Piezas confiscadas
En octubre pasado, la Unidad Penal de la Dirección de los Intereses del Estado de la Fiscalía General de la República ordenó el allanamiento al Museo de la Fundación Pablo Tesak para recuperar las piezas mayas.
Esta acción se amparó en la Ley de Protección del Patrimonio Cultural y a la Convención de la OEA sobre la Defensa del Patrimonio Arqueológico de las Naciones Americanas.
El 11 de octubre, en audiencia del Juzgado Tercero de Paz de Ciudad Delgado, se determinó que las dos estelas arqueológicas fueran devueltas a Guatemala.
“Este es un proceso que ya ha llevado años y que es preciso terminar”, añadió Chea.
“Las piezas se encuentran al resguardo de la Embajada de Guatemala en El Salvador y están a la espera de ser traídas al país, y esto no debería llevar mucho tiempo”, dijo Eduardo Hernández, jefe del Departamento de Prevención y Control de Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, del Ministerio de Cultura.
Su destino
Las piezas, al momento de volver, estarían al resguardo final del Museo Nacional de Arqueología y Etnología.
Las estelas arqueológicas pertenecen al periodo clásico maya, entre los años 600 y 1000 después de Cristo.