La historia de Rasputín comenzó en 1872, en el seno de una familia pobre. Desde pequeño tuvo la atracción hacia las ciencias ocultas y los fenómenos paranormales; tanto así que convenció a muchos de sus extraordinarios poderes.
En 1891 se casó. Tuvo cuatro hijos y años después dejó a su familia para viajar y aprender sobre religión, esoterismo, teofísica e historia.
Al regresar a Rusia, la mítica historia de sus poderes se extendió hasta llegar a los oídos de la zarina Alejandra, esposa del zar.
Rasputín logró entrar al círculo de la corte real y cuenta la historia que sanó al hijo de la zarina, quien padecía de hemofilia. Eso hizo que se ganara la confianza del Nicolás y este le confiara las decisiones importantes de Rusia.
Eso no fue bien visto por la aristocracia. Para ellos, Rasputín no había dejado de ser un campesino que tenía poder y cometía desmanes, ya que se le atribuían fiestas y orgías en la corte.
El 30 de diciembre de 1916 se confabuló su asesinato. Muchos dicen que fue envenenado, otros que murió baleado y otros que fue ahogado. Lo cierto es que alrededor de él se tejió un mito que involucra magia y misterio sobre su vida y muerte.