Este hecho coincidió con el lanzamiento del último disco de Perry, Witness, quien hace unos días hizo alusión a su enemistad con Swift en el programa Carl Pool Karaoke, de James Corden, donde aseguró que fue Swift quien inició el enfrentamiento y que, a pesar de que trató de hablar con ella para solucionarlo, no obtuvo ninguna respuesta.
Perry no ha hecho caso de los rumores de que su enemiga quiso eclipsar su disco y quiere traer de vuelta la paz. “Hay cosas más importantes que hacer y hay problemas más graves en el mundo. La quiero y le deseo lo mejor. Creo que es una escritora fantástica y que las dos podemos representar a las mujeres fuertes”, dijo. “Puedo no estar de acuerdo con todo lo que hace, igual que ella, pero me gustaría llegar a un lugar de amor, comprensión y entendimiento”, concluyó.
Un hombre: manzana de la discordia
La pelea entre las dos cantantes -que se trasladó a intentar arruinar giras mundiales y adueñarse de bailarines- tiene sus orígenes en el cantante John Mayer, con quien Swift tuvo una breve relación en el 2010. Mientras que Perry y él estuvieron juntos miles de veces y se separaron otras tantas.
En el 2014, Swift contaba en una entrevista que para escribir el tema Bad Blood se había inspirado en la relación de amistad que tuvo con una persona y que se rompió luego de que ésta le hiciera “algo horrible”.
Luego de terminar su relación, Swift grabó el tema Dear John en el que no tiene muchas cosas buenas que decir sobre su breve noviazgo con el cantante.