“Estos paneles están en una condición casi perfecta, incluso se ha conservado parte de su pintura roja original”, dijo Marcello A. Canuto, director del Middle American Research Institute de la Universidad de Tulane y codirector de las excavaciones en El Achiotal.
Elemento 56, de La Corona.
“En solo una década se ha encontrado más de una docena de estos paneles, los que reflejan una destreza y perfección en el trabajo escultórico maya que es casi único en La Corona”, agregó.
En base a estos vestigios, se descubrió que La Corona tenía vínculos políticos con Calakmul, en Campeche, México.
Estela hallada en La Corona.
En uno de estos paneles aparece el rey Chak Ak’aach Kuy o pavorreal, quien vivió del año 689 al 721 D. de C., uno de los gobernantes de la última fase de la época clásica, quien está jugando pelota con un personaje de Calakmul. Chak Ak’aach Kuy, según narra uno de los paneles, fue llamado a la corte de Calakmul para recibir algún tipo de poder de reyes de dicha zona. “Según los jeroglíficos de estos paneles, se confirma que había relación entre Calakmul y La Corona. Además, el lugar favorito de las princesas de La Corona era Calakmul, para casarse”, añadió Canuto.
También presentó la escalinata con 22 paneles con jeroglíficos que fueron colocados en este lugar unos 200 años después de que fueron tallados. Eso indica que fueron removidos de su sitio original para ser ubicados en una especie de museo, con la idea de rescatarlos y conservalos y así conmemorar su historia, dijo Canuto.
Por otro lado, con fondos de una beca de National Geographic Young Explorers, Luke Auld-Thomas, estudiante de la Universidad de Tulane, está llevando a cabo un estudio para su tesis doctoral. Auld-Thomas, en un principio, planeó investigar la arquitectura más temprana de El Achiotal; sin embargo, lo que encontró corresponde a varios siglos después, casi al final de la historia del sitio.
La Estela I, durante su excavación.
“Excavamos el eje central del edificio para exponer uno de los pocos segmentos no saqueados, y rápidamente se descubrió una cámara que contenía dos fragmentos de una estela rota,” dijo Auld-Thomas. “Lo que es realmente sorprendente es que los mayas construyeron un pequeño santuario para conservar la estela y posteriormente le colocaron ofrendas por varias generaciones”, añadió.
Tomás Barrientos, codirector de las excavaciones de El Achiotal, y director del Departamento de Arqueología de la Universidad del Valle, indicó en la conferencia de prensa, que los vestigios hallados datan del siglo V. El experto epigrafista David Stuart de la Universidad de Texas en Austin ha estimado que la fecha de la estela corresponde al 22 de Noviembre de 418 d.C., un hallazgo inusual para los arqueólogos, además de que están en excelente estado de conservación, bastante legibles, a pesar de los saqueos en la zona.
“Esta estela retrata un gobernante muy antiguo, Siyaj K’ahk’, perteneciente a uno de los períodos menos comprendidos de la historia antigua de los mayas,” indicó Canuto.
Tomás Barrientos (izquierda) y Marcello Canuto, en el santuario de El Achiotal.
“El santuario funcionó hasta el siglo VI, donde llegaban los habitantes de El Achiotal a dejar ofrendas”, añadió Barrientos. “Esto significa que los mayas valoraban su pasado glorioso, lo conservaban, lo apreciaban y lo veneraban”, dijo el arqueólogo, quien refirió que la estela se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología, para que pronto pueda exhibirse.