ESCENARIO
‘Política en las nuevas constelaciones centroamericanas’, una aproximación a entender el arte como vehículo crítico en Guatemala y Costa Rica
El panel con el mismo título se realizó durante la Filgua 2024 para dar a conocer algunas de las complejidades y posibilidades de diálogo en la región.
De izquierda a derecha: Magda Angélica Garcia von Hoegen, Simón Angulo y Marcela Núñez Salazar durante la sesión en Filgua 2024. (Foto Prensa Libre: Alejandro Ortiz López)
¿Qué une a dos de los extremos de Centroamérica con mayor producción cultural y cómo puede el arte ayudarnos a leer su posible relación desde el tiempo político y social?
Intentando acercarse a esta duda, tres expertos en investigación cultural y literaria tanto de Guatemala como de Costa Rica se sumaron durante la XXI Feria Internacional del Libro (Filgua) para integrar el panel de discusión Política en las nuevas constelaciones centroamericanas.
La costarricense Marcela Núñez Salazar, experta en Ciencias sociales y representante del proyecto Uruk Editores inició la ponencia Costa Rica, ni pacifista ni verde: Literatura anti-paraíso cuestionando la idea detrás de la idiosincrasia de su país.
Núñez Salazar argumentó que la imagen de Costa Rica suele verse como la de un paraíso homogéneo que al final resulta ser una construcción simplista y excluyente: "Basta darse cuenta de que el paraíso no es para todos", aseguró.
Para ilustrar esta idea, la panelista se apoyó en tres publicaciones de Uruk Editores, comenzando con La Barricada de Rafael Cuevas Molina, un libro que contrapone la zona metropolitana del país con la experiencia en el Caribe costarricense, sosteniendo esto, según Núñez Salazar, la idea de una publicidad sobre la idiosincrasia costarricense.
Continuando su análisis, la costarricense citó el libro Fujirazú de José Ricardo Chávez, el cual denuncia las diferencias de poder en el también país centroamericano y cómo persisten allí los discursos de odio, sostenidos incluso por el gobierno.
"La literatura costarricense devela un montón de mitos, pero después se ve contrariado con lo que dicen los representantes ticos con los discursos de odio", afirmó. La conferencista resaltó además la importancia de la crítica desde los libros no para victimizar, sino para evidenciar las realidades y evitar la complacencia social.
Por su parte, Simón Angulo, autor costarricense del libro Amanecí rodeada de aves y también panelista añadió que la imagen de los costarricenses siendo "igualiticos" ignora y marginaliza a gran parte de la población migrante, reproduciendo xenofobia y favoreciendo un turismo que se dirige principalmente a la población blanca.
"Eso es otra Costa Rica", concluyó el autor, señalando las múltiples realidades que coexisten en el país dentro de su marco contemporáneo y social.
El caso de Guatemala y sus articulaciones artísticas
Desde Guatemala, Magda Angélica García von Hoegen, investigadora cultural del Instituto de Investigaciones en Ciencias Socio Humanistas de la Universidad Rafael Landívar, presentó la ponencia Hilos conductores, caminos y desafíos en la propuesta artística de mujeres en Guatemala.
Basándose en una investigación realizada entre 2020 y 2023, García von Hoegen exploró el impacto de los colectivos artísticos femeninos en el país desde la firma de los acuerdos de paz.
La investigadora destacó dos grupos: Ajchowen y Colectiva Urbana. El primero, formado en 2011 por iniciativa de la cooperativa alemana y que ha sido un espacio para mujeres de diversas comunidades como la kaqchikel, k'iche' y mam, quienes han desarrollado propuestas de arte atravesadas por la sanación.
"Las normas rígidas quedan grabadas en el cuerpo y cuando una persona ve reflejada sus oscuridades, hay un desafío de cómo va a ser eso recibido e interpretado", explicó la investigadora en cuanto a la forma en que las integrantes de Ajchowen se han antepuesto a varios muros dentro de sus comunidades.
La Colectiva Urbana, por otro lado, ha lanzado proyectos desde una perspectiva feminista, incluyendo el disco Hermandad en el Hip Hop.
García von Hoegen señaló que ambos colectivos representan un compromiso claro con la transformación social: "Los espacios artísticos son espacios de pertenencia que generan posibilidades de diálogo, cohesión, aceptación y comprensión", argumentó.