Se trata de Poesía loca, un grupo integrado por tres jóvenes originarios de San Juan la Laguna, Sololá, que rapean en su lengua materna, el Tz’utujil, de allí que su nombre original sea Pajch’uj Tzij. Además se presentan con el traje tradicional de la localidad.
La filosofía que mueve a Jasy Mendoza, Juvi Hernández y Meli Mendoza —integrantes de la agrupación— es la de preservar su cultural, tradiciones ancestrales, su idioma maya y compartir con los jóvenes mensajes positivos.
Su historia comienza a orillas del Lago de Atitlán, Sololá, cuando en el 2014, se celebró el festival Este es mi canto en San Juan la Laguna.
Poesía loca ganó el segundo lugar, y con ello la oportunidad de grabar profesionalmente, por lo que ahora lanza Kixajo’ (Vengan, en español).
El tema habla de la felicidad, de la unidad e invita a celebrar la vida.
Junto a la canción también presentan un videoclip, que fue filmado en su pueblo natal, con la colaboración de más de cien jóvenes de la localidad.
En este proyecto no están solos, pues el cantautor y productor musical Fernando Scheel trabaja con ellos.
“Somos generaciones distintas. Yo soy de la capital, ellos de un pueblo, tenemos culturas distintas, pero compartimos la pasión por la música. Ha sido una fusión interesante”, dijo Scheel, quien también rapea junto a Poesía loca.
Grandes retos
Conscientes de que el sistema en el que vivimos ha alejado a los jóvenes de su lengua materna, Poesía loca decidió abrazar el rap para acercar a las nuevas generaciones a sus orígenes. “Queríamos hacer algo distinto, por eso rapeamos en tz’utujil”, indicó Juvi. Sin embargo, el proyecto no fue aceptado inmediatamente.
“Al principio fue difícil, ya que algunas personas del pueblo lo vieron como una burla al idioma. Hubo cierto rechazo, pues el género era ajeno a nuestra cultura, pero luego que lanzamos el primer sencillo vieron el fruto —que los jóvenes se acercaban al tz’utujil— y ahora lo aceptan”, señaló Jasy.
Sus canciones hablan de los valores que transmiten los abuelos y la riqueza de su cultura, comparten tradiciones orales, mensajes de amor por la vida y la conservación de la naturaleza.
Aunque componerlas no es nada sencillo, según Jasy, debido a que “por ser rap, las palabras deben rimar, al tiempo que tengan coherencia, y al hacerlo en tz’utujil representa un reto, que hasta ahora hemos superado”. El grupo trabaja en su primer disco junto a Scheel, que también tendrá canciones en kaqchikel y achí.
Además de presentar su propuesta en su idioma materno, la música de Poesía loca incluye el sonido de instrumentos autóctonos que se fusionan con los electrónicos.
“Resumido es una creación de música contemporánea utilizando los recursos actuales y los tradicionales sonoros”, señaló Scheel.
Lejos de la música, Juvi tiene 21 años y es mototaxista, Jasy tiene la misma edad y trabaja en un hotel donde también es guía de turistas. Mely es estudiante.