Pero a la par de su veloz escalada y despliegue de versatilidad, este superhéroe de la música urbana lidia con la sospecha de que sus composiciones romantizan la cultura narco.
Cierto o no, Peso Pluma no se cansa de romper récords de reproducciones en plataformas digitales, al punto que el expresidente estadounidense Barack Obama incluyó el hit “La Bebé” en su famosa playlist anual.
En febrero ganó el Grammy al mejor álbum de música mexicana por su disco “Génesis”.
Su siguiente hazaña ocurrirá este viernes cuando llegue a Coachella convertido en el primer artista del género regional mexicano que lidera el cartel del festival musical más importante de Estados Unidos, que se celebra en Indio (California).
“Él mismo se identifica con Spider-Man, también por eso la Doble P (de Peter Parker, el personaje que se transforma en Hombre Araña). Se ve como una especie de superhéroe, el nuevo héroe de la música mexicana”, dice a la AFP Uriel Waizel, líder del equipo editorial de la plataforma Spotify México.
Con 24 años, Hassan Emilio Kabande Laija (su nombre real), actuará en Coachella tras ser considerado por la revista Rolling Stone “el nuevo artista más grande del planeta“, y con la proeza de globalizar el género regional con sus corridos tumbados, que mezclan este tradicional ritmo mexicano con el rap y el hip hop.
Se añaden hitos como haber colocado más de una veintena de canciones en el Billboard Hot 100, incluyendo “Ella baila sola“, su exitosa colaboración con Eslabón Armado.
Esta misma canción alcanzó en diciembre pasado más de mil millones de reproducciones en Spotify, la primera de música mexicana en lograrlo.
“No te esperarías que un chavo flacucho, medio güero (rubio), cabello despeinado y que rompe con los estereotipos de otras grandes figuras de la música regional mexicana termine siendo una de las grandes estrellas pop mundiales”, señala Waizel.
¿Apología del narco?
Un año le tomó a Peso Pluma convertirse en uno de los artistas más esperados en Coachella el 12 y 19 de abril. En 2023 actuó como invitado de la estadounidense Becky G, pero “esta vez México rockeará la casa“, celebró el intérprete días atrás a su paso por una alfombra roja en Los Ángeles.
Su protagonismo en Coachella viene tras la polémica que lo marginó del festival chileno Viña del Mar en enero. La controversia se centró en que para algunos sus canciones hacen apología del narcotráfico.
Peso Pluma declinó su actuación aduciendo “razones personales”, una excusa que coincidió con el fin de su noviazgo con la cantante argentina Nicki Nicole por una supuesta infidelidad del mexicano.
“Son escenarios distintos. El reclamo hacia un evento organizado por el Estado chileno puede tener (…) una concepción moral”, pero Coachella “está organizado por intereses económicos“, opina César Burgos, académico e investigador de la Universidad de Sinaloa.
Ya el pasado 14 de octubre el intérprete canceló un concierto en Tijuana, tras la aparición de carteles con mensaje que amenazaban con asesinarlo si se presentaba en esa ciudad fronteriza con Estados Unidos.
Pero el 29 de marzo volvió triunfal a México para el Festival Pa’l Norte en Monterrey.
Reflejo de la realidad
Peso Pluma ejecuta varios estilos, desde sierreño romántico hasta canciones bailables tipo reguetón, pero también canta corridos tumbados, subgénero que a menudo aborda la temática de las armas y las drogas.
Tanta polémica despierta ese ritmo que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador llama a los jóvenes a considerar otros géneros y les propuso su propia playlist.
Pero el artista justifica sus letras en la “realidad” mexicana. “Es lo que yo veo. Es mi trabajo, es lo que yo expreso”, dijo en 2022 al programa Soy Grupero.
“Tal vez tenga que ver con la historia personal de él y los espacios donde ha vivido”, apunta Burgos. Hassan Laija nació en Guadalajara (oeste), pero sus raíces maternas están en Badiraguato, Sinaloa, cuna del famoso narcotraficante Joaquín “Chapo” Guzmán, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos.
Como sea, Peso Pluma trepa impulsado por la controversia a la que abonan los medios desde una perspectiva moral, observa Burgos.
Cuando se presentó en el show televisivo de Jimmy Fallon, algunos medios se preguntaron “¿cómo es posible que este jovencito, cantando lo que canta, se posiciona ahí?”, y entonces “todo mundo va a Internet, a las redes sociales, a ver de qué se trata”.
Para algunos fans, sin embargo, es simplemente una propuesta que los conecta. “Creo que sus letras, y esto va mucho con los corridos en general, son aspiracionales sí, pero también algo esperanzadoras”, opina Eduardo Lara, publicista de 25 años.