Mientras los rayos del sol se escondían, el mexicano Edgar Oceransky con el romanticismo que lo caracteriza cantó por una hora sus temas que fueron aplaudidos y coreados por el público.
Aparece la luna
Ya entrada la noche y bajo un destello azul que iluminaba el escenario, Alejandro Filio acompañado de su guitarra entonó las frases de Si La luna, tema que atrajo una atmósfera de intimidad. Luego continuó con Ojos verdes y Esa mujer.
Tras un sorbo de agua para aliviar las cuerdas vocales, siguió con las canciones Llanto de todos y Para robarte un beso.
La presentación de Filio estaba por concluir tras entonar el tema Olvidaba decirte, que dedicó a su madre fallecida en 2001, pero el público no permitió su partida, por lo que siguió con Cuando un verso te nombra y Dicen.
El tema elegido por el trovador mexicano para despedirse de los guatemaltecos fue Comandante.
Cuando el reloj marcó las 20.30 horas, el colombiano Santiago Cruz apareció para continuar la velada musical. La melodía 6:00 AM fue la primera que interpretó.
No nos digamos mentiras, sencillo que se desprende de su más reciente producción Equilibrio fue bien recibido por el público que escuchó atentamente la letra de Baja la guardia, que habla del perdón y fue acompañado con lágrimas.
El artista que visitó por primera vez Guatemala expresó: “Escribo sobre lo que me pasa, no soy bueno escribiendo cosas ajenas”, previo a cantar Mariposas en la panza.
Tras más de seis horas de canciones, de versos llenos de sentimiento y honestidad, llegó el turno del mexicano Fernando Delgadillo y su Pronóstico del tiempo, al que siguió Tiempo Ventanas inspirado en su abuelo.
“Así como uno se enamora, se tiene que desamorar”, dijo el cantautor como parte de las anécdotas que compartió con los asistentes, para luego entonar Julieta a solicitud de los asistentes.
La última canción que se escuchó en el Festival Trova de Verdad fue Verdes siempre, con la que Delgadillo cerró con broche de oro la velada musical.