Los niños le preguntaron por sus hábitos de lectura y el presidente contó que, en su infancia, era fan de los libros del Dr. Seuss y, a medida que iba creciendo, leyó historias de aventuras y de piratas.
También le gustaban los libros sobre “ciencia, sobre planetas y dinosaurios” y, ya de adulto, fue “genial”, según dijo, leer las aventuras de Harry Potter para su hija mayor, Malia.
Obama animó a las niñas a estudiar ciencia y matemáticas, y a dejar de pensar que esas materias son “más una cosa de chicos”.
Una estudiante quiso saber desde cuándo pensó en querer ser presidente y Obama explicó que en un principio su idea era ser arquitecto y luego jugador de baloncesto.
Ya en la universidad, se inspiró en el movimiento de derechos civiles y, al convertirse en abogado, empezó a pensar en política y en cómo poder ayudar a la gente.
“Dejaré de ser presidente en un par de años y seguiré siendo un hombre muy joven (…) Y volveré a hacer el tipo de trabajo que hacía antes”, comentó Obama, que fue líder y organizador comunitario en Chicago. “Ese es el tipo de trabajo que realmente me gusta”, anotó.
Sobre la iniciativa lanzada hoy, Obama detalló que se trata de poner “millones de libros electrónicos” gratis a disposición de jóvenes que no tienen acceso a ellos en sus casas.
Varias editoriales como Macmillan, Simon & Schuster y Penguin Random House se han comprometido con el proyecto y, además, organizaciones sin ánimo de lucro y bibliotecas de todo el país, lideradas por el Sistema Público de Bibliotecas de Nueva York, van a crear nuevas aplicaciones para que todos esos libros sean de dominio público.
La otra parte del plan consiste en que todos los estudiantes puedan tener acceso a un carné gratuito de su biblioteca local y, según la Casa Blanca, más de 30 comunidades de todo el país se han comprometido a conseguirlo.
Esta nueva iniciativa está dentro de un proyecto más amplio denominado ConnectED, lanzado por Obama en junio de 2013 y cuyo objetivo es que el 99 po ciento de los estudiantes del país tengan acceso a internet en sus colegios y bibliotecas.
Desde que se anunció ConnectED, varias empresas privadas como Apple, Microsoft, Sprint y Verizon han destinado en conjunto unos US$2 mil millones para dotar de computadoras y otras herramientas a las escuelas.
Obama ha querido dedicar parte de su agenda de esta semana a la educación y ayer, miércoles, recordó en un artículo a Mabel Hefty, una de las profesoras que tuvo en 1971 en la escuela Punahou de Honolulu (Hawai).
“Ella reforzó el valor esencial de la empatía que mi madre y mis abuelos me habían enseñado. Eso es algo que llevo conmigo todos los días como presidente”, escribió.
Asimismo, en una ceremonia en la Casa Blanca, homenajeó al “Profesor del Año”, un galardón que en esta ocasión fue para Shanna Peeples, una maestra que enseña inglés en un instituto en Amarillo (Texas) y muchos de cuyos alumnos son refugiados procedentes de países como Irak y Somalia.
Entre las finalistas al galardón estaba Clemencia Spizzirri, quien llegó de su país natal, Ecuador, en 2003 e imparte clases de español desde hace cinco años en una escuela de Des Moines (Iowa).
Spizzirri estuvo presente en la ceremonia y contó a Efe que Obama se declaró “muy orgulloso” de ella, la primera hispana en llevarse el reconocimiento al “Profesor del Año” en Iowa.
Para esta ecuatoriana, de 38 años, Iowa es “uno de los estados que da la bienvenida a los inmigrantes” y uno de sus objetivos ahora es expandir el acceso a una educación “de calidad”.
“Un sueño sin una meta no pasa de ser un sueño”. Es lo que les dice a sus alumnos cada día.