Lo lanzó a la fama su papel en el filme Un hombre para la eternidad (A man for all seasons), aunque seis décadas de actor lo habían convertido en un personaje admirado y querido dentro y fuera del Reino Unido.
“Es fatástico” declaró en octubre de 2015 cuando los médicos le dieron de alta por el cáncer de páncreas contra el que había luchado durante mucho tiempo, y se manifestaba encantado por el futuro.
En julio de ese mismo año John Hurt, nominado dos veces para los Oscar, había recibido el título honorario de “Caballero” (Knighthood) que la reina Isabel concede a ciudadanos de gran relevancia.