Mata Amado nació en 1928, sus padres fueron odontólogos y él también asumió esta profesión, aunque su gran sueño de infancia y juventud fue estudiar Arqueología. No pudo hacerlo debido a que en aquellos años no existía la carrera en Guatemala y tenía que salir del país para poderla cursar.
Desde su niñez le despertó gran curiosidad el hallazgo de vasijas y piezas diversas en el Lago de Amatitlán. Fue así como a partir de 1952, se atrevió a bucear en esas aguas así como en las del lago de Atitlán, de donde rescató valiosas piezas de cerámica prehispánica, labor que desarrolló por tres décadas.
De esa cuenta, organizó su vida para ejercer su profesión, dictar clases en la Universidad de San Carlos y hacer trabajo de investigación arqueológica.
Otro de sus campos de estudio fue la odontología mesoamericana, que se caracterizaba por las incrustaciones de jade.
Siempre dijo que los trabajos odontológicos prehispánicos eran extraordinarios, y “que ni con la tecnología actual se podría hacer, a pesar de que hay turbinas de alta velocidad de 400 mil rpm y brocas de diamante”.
Mata se empeñó en recrear los posibles instrumentos que emplearon los ancestros para implantar incrustaciones en los dientes. Según el científico, las culturas mesoamericanas prehispánicas dominaron dos técnicas: la de desgaste selectivo y la incrustación, que sólo fueron practicadas por culturas prehispánicas mesoamericanas.
Proyección
Entre la obra documental de Mata cabe mencionar Arqueología subacuática, Amatitlán, Guatemala. El documento presenta una exposición de las concentraciones de especímenes arqueológicos que se han podido localizar en el fondo del lago de Amatitlán, su posible relación con los sitios conocidos próximos al lago y su secuencia cronológica en el horizonte prehispánico. Esta obra, casualmente forma parte de su afición por el buceo, el cual practicó de forma profesional.
Sus fotografías de juventud lo muestran como un explorador acuático en busca de piezas de arte prehispánicas.
De hecho, la afición por el buceo la compartió con su esposa, María Luisa.
Entre los años 1970 y 2000, Mata expuso una gran cantidad de objetos de cerámica zoomorfa extraído del lago.
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En 2005 y en 2013, Prensa Libre lo entrevistó específicamente sobre los implantes dentales prehispánicos.
Apasionado por su trabajo
Rossana Valls, gerente del Museo Popol Vuh, dijo sobre Mata: “Él fue presidente de al junta directiva del museo durante muchos años. Fue pionero de la arqueología submarina. Hizo trabajos en el lago de Amatitlán hace 50 años”.
Agregó: “Su trabajo maravilloso. Nunca fue arqueólogo pero tenía una pasión por la arqueología. Me encantaba que siempre apoyó a los estudiantes arqueólogos”.
“Siempre estaba abierto a explicarles, enseñarles a compartir con él lo que sabía. Este fue le primer año que no expuso en el simposio de arqueología. Él era dentista y expuso el trabajo dental y los implantes en los dientes.
El arqueólogo Tomás Barrientos, dijo: “Él fue conocido por ser pionero en Guatemala de la arqueología subacuática y, principalmente, en el estudio de los dientes de la arqueología prehispánica. Él inició ese tipo de análisis acá”.
“Colaboró con muchas instituciones, como la Academia de Geografía e Historia. Era coleccionista, algunas de sus piezas se exhibían en el Museo Popol Vuh. Era un gran aficionado y entusiasta de la arqueología”.
Trayectoria brillante
Guillermo Mata deja un legado significativo al país.
- Fue presidente de la junta directiva del Museo Popol Vuh y del Instituto Guatemalteco de Arte Colonial.
- Egresado de la Universidad de San Carlos como cirujano dentista.
- Fue director de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala del 2001 al 2003. También fue miembro número de la institución.
- Entre 1952 y 1981 rescató valiosas piezas prehispánicas del Lago de Amatitlán.
- Fue rector de la Universidad del Istmo en el año 2000.
- Entre sus obras están Exploraciones subacuáticas en los lagos de Guatemala, XV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala; y Arqueología subacuática, en coautoría con Sonia Medrano.
- Recibió la Orden del Pop 1998 que entrega el Museo Popol Vuh por su contribución a la investigación y difusión del patrimonio cultural de Guatemala.
