Del 17 al 21 de julio, el evento reunirá, mediante videoconferencias, a más de 250 investigadores radicados en distintas partes del mundo, quienes durante los últimos meses se han involucrado en estudios a partir de zonas donde se ubican rastros arqueológicos mayas.
La 36 edición del Simposio de Investigaciones Arqueológicas, que tomará como premisa la idea El agua divina, pretende reflexionar sobre la importancia del territorio, sus formaciones, así como diferentes temas que invitarán a considerar la naturaleza y los vestigios como fuentes inmediatas para narrar el pasado.
Tecnología y materiales; arqueología y memoria histórica; estudios hidráulicos, investigaciones de patrimonio, etnohistoria y lingüística; iconografía; epigrafía; así como el resultado de exploraciones en Yucatán, la Zona Maya, El Salvador, son varios de los ejes que dan forma al simposio que se extenderá por cinco días.
Al tratarse de un evento completamente en línea, personas de cualquier parte del mundo y de cualquier edad podrán conectarse a través de la página de Facebook, nombrada Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala.
Del próximo lunes 17 al viernes 21 de julio se realizarán las conferencias en dos salones virtuales a los que podrá conectarse desde las 9 hasta las 18.15 horas de cada día. Las ponencias se llevarán a cabo de manera ininterrumpida, con un promedio de diez presentaciones por jornada.
Además de este llamado al público general, los organizadores del simposio también ofrecerán constancias de participación. Las personas interesadas deberían hacer un pago de Q.100, a través de un enlace que se encuentra fijado en la página de Facebook del evento, para recibir la certificación.
Bárbara Arroyo, integrante de la comisión organizadora del evento, explica que el trabajo depositado en esta idea compartida junto a otros arqueólogos ha reforzado una intención por divulgar sobre el conocimiento arqueológico no solo del país, sino en diferentes zonas mayas a lo largo de la región mesoamericana.
“No podemos solo celebrar nuestro pequeño mundo de conocimiento, sino que debemos compartirlo con la sociedad para enriquecer y dar a conocer esta tremenda herencia cultural. Tenemos la obligación de hacer este trabajo. Es un esfuerzo importante”, comparte la arqueóloga.
Arroyo menciona que la construcción del simposio se ha basado en diálogos plurales, permitiendo esto que las conferencias integren personas de distintas edades (comprendidas entre los 23 y 70 años), trasfondos investigativos y procedencias territoriales.
“El Simposio se ha caracterizado por ser un referente internacional. Nos hemos distinguido por presentar hallazgos de la zona maya y de Guatemaya que han sido recopilados por investigadores de Guatemala, Canadá, México, Japón, entre otros”, comparte la arqueóloga Arroyo.
En la nueva edición participarán especialistas vinculados a áreas como arqueología, lingüística, geografía, etnohistoria, antropología, arqueología subacuática, por mencionar algunos.
36 años de divulgación
Según explica la integrante de este frente investigativo, las ponencias que se compartirán a partir del 17 de julio y hasta el 21 del mes, han sido seleccionadas por un comité integrado por los investigadores Ernesto Arredondo (de la Universidad del Valle de Guatemala), Víctor Castillo (Universidad Jaguelónica de Cracovia), María Josefa Iglesias Ponce de León (Universidad Complutense de Madrid), Sonia Medrano (Universidad de San Carlos de Guatemala) y Tomás Pérez Suárez (Universidad Nacional Autónoma de México).
Luego de haber sido postuladas a través de una convocatoria que es dispuesta anualmente por organización, los investigadores se reúnen y eligen las propuestas expositivas que sean consideradas de mayor relevancia y que, en este caso, hayan matizado con la premisa “el agua divina”.
Aunque la virtualidad ha sido una respuesta a las posibilidades de reunión del simposio después del confinamiento durante la pandemia por covid-19, este año el evento seguirá operando en este formato, ya que anteriormente se realizaba en el Museo de Arqueología y Etnología, que temporalmente permanece cerrado.
“Si existiera un espacio físico sería más sencillo, pero seguimos trabajando a pesar de no tener el museo. Hacemos esto para entender prácticas ancestrales que ayudará a grupos contemporáneos a conocer más sobre la cultura maya”, apunta Arroyo.
Por otro lado, la arqueóloga subraya la importancia en la operatividad de la Asociación Tikal que se encuentra trabajando alrededor del proyecto desde hace años. Uno de los logros de esta mancuerna puede verse en la publicación de una memoria anual donde se compendian las investigaciones.
Arroyo explica que este registro se divide en dos tomos con cerca de mil páginas cada uno. El valor de la publicación es de Q.350 y puede adquirirse únicamente bajo demanda a través de Facebook o el correo electrónico simpisioguatemala2023@gmail.com.
El Simposio de Investigaciones Arqueológicas espera convertirse un año más en ese fuerte de conocimiento que cada año revela nuevos capítulos del pasado. El mismo fue organizado por los investigadores Bárbara Arroyo, Héctor L. Escobedo, Lorena Paiz, Juan Carlos Pérez y Daniel Aquino, quien falleció a finales de 2022.