Escenario

<em>Maricumbia</em>, una pieza popular con ritmo pegajoso

<em>Maricumbia</em> es una pieza que interpretan siempre los conjuntos marimbísticos que amenizan fiestas patronales, populares y familiares de los guatemaltecos.

Su ritmo pegajoso y alegre hace que al oirla las personas se muevan al compás de sus notas, la “tarareen”, y exclamen con alegría y energía: ¡Maricumbia..! en el momento en que la música se detiene por un instante para luego retomar el compás.

Desde el momento que Julio Aníbal Delgado Requena la compuso (ya se oía en 1987), se convirtió en una de las favoritas del repertorio de la música interpretada en el instrumento nacional y debido a su aceptación, Maricumbia se oye en arreglos para banda en los tradicionales rezados de la Virgen de la Inmaculada Concepción, durante el ciclo navideño.

“El título de esta melodía se originó de la unión de dos palabras: María, el nombre de una amiga del compositor, y cumbia, ritmo originario de Colombia”, afirmó Vitelio Fuentes, arreglista y compositor nacional.  

Maricumbia consta de cuatro partes y se considera una creación de origen mixto porque la melodía es guatemalteca y el ritmo sudamericano. “La popularidad de esta pieza ha permitido que sea interpretada por la mayoría de los conjuntos de marimba de Guatemala y ha sido grabada en otros países”, añadió Fuentes.

El autor

Si por algo es recordado don Aníbal, es por siempre estar dispuesto a escribirle sus obras musicales a los compositores de oído, que no escriben solfa, pues Requena poseía una fabulosa facilidad y rapidez para el dictado y escribir música a primer oído.

Julio Aníbal Delgado Requena, nació en San Pedro Carchá, municipio de Alta Verapaz, el 8 de diciembre de 1924. En su lugar natal realizó estudios musicales con el maestro Elías Barrientos. Prestó servicio como músico militar en Totonicapán y Mazatenango. Su vocación natural como músico lo llevó a trabajar en el Estado de Chiapas, México, y Laredo Texas, EE. UU.

A su regreso a Guatemala se incorporó a la educación musical en establecimientos privados, en los que desarrolló magnífica labor que redundó en que la Supervisión respectiva le ofreciera trabajo en la educación pública.

Durante diez años laboró como profesor de educación musical ejerciendo sin título de maestro. Pero la promulgación de un decreto de profesionalización le permitió realizar estudios y obtuvo el título que legalizó sus servicios.

Obtuvo una beca de estudios en Chile, donde conoció la técnica del Orff, que promueve el uso de instrumentos de percusión en la enseñanza escolar y fomenta la prosodia, además de utilizar canciones de la tradición oral que dio a conocer entre los maestros y alumnos de grados superiores pero no con el éxito deseado, pues se comentó en su momento que en Guatemala no se creen positivos los resultados de esa enseñanza.

Por sus méritos llegó a ocupar el cargo de supervisor de Educación Estética. Dirigió varios conjuntos musicales, marimbas, orquestas y coros. Requena se considera uno de los más fecundos compositores guatemaltecos tanto en el género de música ligera como en el de música escolar, tema en el que le fue editada una serie de canciones escolares que tuvo mucha aceptación.

Fue merecedor de distinciones, medallas, diplomas y homenajes que le rendieron diferentes entidades. Dio cursillos de orientación musical y pedagógica, organizaba eventos artísticos con establecimientos públicos y privados de educación. Destacó por su capacidad de despertar en los niños el amor a la música, a tal punto que regalaba entre los infantes, pitos y sencillos tambores que él mismo elaboraba.

Maricumbia es una de sus obras más conocida pero tiene muchas más, entre su repertorio grabado por numerosos conjuntos marimbísticos están: La cumbia mora, Los melenudos, Taxisteca, Bomberos mazatecos, Siquinalá, El niño torero, Nos alumbra el mismo sol, y Nim Carchá, obras descriptiva de la etnia q’eqchi´. Fuente: La música en Guatemala. Algunos músicos y compositores. J. Eduardo Tánchez.

Escuche algunas versiones de la pieza Maricumbia.

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