HORRORES IDIOMÁTICOS Y ALGO MÁS...
Los “aspirómetros”
Cuando regresé a mi casa, ya tarde, después de asistir a una conferencia, encontré muy instalados en la sala, bebiendo sendas copas de mi vino favorito y discutiendo a voz en grito, a mi amiga Berta y a mi colaborador, el diablillo medieval Titivillus. Me senté a escucharlos mientras respiraba la extraña atmósfera resultante de la mezcla del penetrante perfume de ella y el peculiar olor a azufre de él.
Berta alegaba que el aparatito cuyo indicador muestra la velocidad con que se conduce un vehículo se llama “aspirómetro” y que así se le conoce en toda, todita Guatemala. Titivillus amenazaba con llevarse al Averno a cuanto chapín escuchase diciendo la palabra, pues esta no existe en ningún diccionario: ni el DLE (así se llamará el DRAE) ni el Diccionario de americanismos ni el DPD ni los de localismos la registran y por todos los indicios parece que únicamente es conocida aquí.
No tuve más remedio que hacer de árbitro para evitar que llegaran a las manos y busqué el término en Internet. Al escribirlo me refirió a “espirómetro”, un aparato que mide la capacidad respiratoria de los pulmones. Finalmente encontré una página guatemalteca en la que se anunciaban “aspirómetros” nuevos para reemplazar a los inservibles y se explicaba cómo funcionan y para qué sirven. Pensé que deberían servir para que los locos del volante que se creen los dueños de calles y carreteras se moderaran y condujeran (no “conducieran”) más despacio, pero por lo contrario, esos orates, los utilizan para medir el máximo de rapidez que alcanzan, aunque pasen atropellando a medio mundo. Tenía toda la razón mi padre cuando decía que la inteligencia de una persona se mide a la inversa de la velocidad que desarrolla en su vehículo, sin necesidad de recurrir a otras pruebas.
Retomo el asunto de los “aspirómetros” del que me aparté para criticar a nuestro tráfico, cada vez peor: Wikipedia cambió el inexistente término, cuando lo escribí, por “velocímetro”. Buscamos este en el DLE y allí está: “(Del latín velox y metro). m. Aparato que indica la velocidad de un vehículo”. El afán de descubrir de dónde procede el mentado vocablo “aspirómetro”, logró que Berta y Titivillus dejaran de lado la discusión y entonces se hizo la luz en mi cerebro: el velocímetro en inglés es speedometer. Seguramente algún chapín que vivió en los EE. UU. y vino a instalar aquí un taller de reparación de autos o un importador de estos que estudió allá, transformó la palabra speedometer en “aspirómetro” y esta se popularizó.
En vista de que habíamos aclarado el misterio, yo también me serví un vino y brindamos por los diccionarios y por Internet. Berta dijo que seguiría usando la palabra y Titivillus perdonó a quienes la pronuncian. Yo me limité a aclarar el enredo.
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