¿Cómo fue su experiencia en Cannes, Francia?
Para empezar, fue increíble el hecho de que nos hayan seleccionado porque se presentaron unas mil 100 películas en la semana de la crítica y solo escogen siete. Entonces eso ya era un gran regalo, pero poco a poco fuimos sintiendo que algo sucedía porque cuando presentamos la película la reacción fue muy buena y recibimos una ovación de pie. La gente empezó a llorar.
Luego tuve otra función en un pueblo al lado de Cannes con una asociación de cinéfilos, ahí el publico también reaccionó favorablemente y nos otorgaron dos premios, uno de parte de del público y otro por la sociedad de autores y guionistas.
Luego recibí una invitación a la ceremonia de clausura en el festival y eso significa que te darán un premio. El único al que podía optar era al de la Cámara de oro, que reconoce a la mejor ópera prima. Fue increíble.
¿Qué sintió cuando le entregaron el galardón?
“Nuestras madres” es una película que me tardé mucho en levantar y estos reconocimientos me hicieron darme cuenta de que no me había equivocado. Me llenó de emoción y no paraba de llorar. Fue muy lindo.
¿Qué significa este logro para la industria cinematográfica de Guatemala?
Le estamos enseñando al mundo que sabemos hacer cine y que tenemos historias que contar con la calidad necesaria para competir en esos ámbitos, lo que falta es apoyo porque en esta película solo hay fondos internacionales. Es necesario que el Estado entienda que el cine es una industria y es lo que el enseñamos al mundo como país.
¿Cuál es la trama de su cinta “Nuestras Madres”?
Cuenta la historia de un joven antropólogo forense cuyo padre desapareció durante la guerra y un día conoce a una señora del altiplano que le muestra la foto de su marido, quien también desapareció en ese conflicto. En la imagen el joven ve a su padre y se lanza de cabeza para desenterrar los cuerpos de ese pueblo y en ese viaje se dará cuenta que su identidad personal es mucho más compleja de lo que pensaba.
Usted tiene una historia similar a la del protagonista, ¿hay un impulso autobiográfico detrás de la realización de esta película?
Sí, tengo una historia similar a la del personaje principal, pero no quería hacer una película autobiográfica, sino usar mi sentimiento, y el de muchos otros, para construir el personaje de Ernesto, que es el protagonista.
En el fondo se trata de la historia de un hombre buscando a su papá y eso es algo universal. Pasar de lo individual a lo colectivo es lo que hace a la película especial, más allá de mi historia personal.
El tema del conflicto armado es bastante recurrente en nuestro cine, ¿a qué creé usted que se debe?
Mi generación está muy marcada por lo que sucedió, como muchos, tuve que salir de Guatemala. Necesitamos salir de estas obsesiones y sanar las heridas para hacer otra cosa. Creo que pronto empezaremos a hacer otro tipo de historias porque es necesario para nuestra industria que hagamos otros géneros. Viene una nueva generación que no vivió el conflicto y ellos deben formarse para hacer películas de calidad.
¿Qué comentarios recibió de su cinta en Cannes?
Hubo señoras que entre lágrimas me dijeron que les parecía increíble, otras personas empezaron a hablarme de la relación con sus padres. Incluso algunos ancianos franceses me dijeron que mi cinta los hizo recordar la Segunda Guerra Mundial. Uno no se da cuenta de lo que despierta en otras personas y ese intercambio me parece muy interesante. Hacemos películas para hacer sentir al publico y para que reflexione.
¿Cuándo se verá la película en nuestro país?
En septiembre porque queremos inscribir la cinta en un festival que pide exclusividad a nivel de América y en cuanto tengamos noticias queremos estrenar la cinta. la idea es mostrarla primero en la aldea de Pambach, Alta Verapaz, que es el lugar donde filmamos.
Queremos mostrarla a la gente con la que compartimos allá y agradecer lo que nos dieron, luego hacer un recorrido de cine itinerante hasta llegar a la ciudad, donde espero que podamos estar en los circuitos comerciales, sino buscaremos los alternativos.
Me gustaría que la gente la vea y podamos discutirlo porque la cinta tiene que ser un objeto que nos permita reflexionar y crear un proceso de dialogo.
¿Hay ideología política dentro de esta cinta?
Creo que todo acto artístico es un acto político de alguna manera, si pensamos en la política como una cosa mucho más amplia. Con esta cinta más que defender un ideal, busco pronunciarme en favor de los derechos humanos, conocer la verdad y la justicia porque hay procesos que no hemos cerrado y por eso estamos empantanados. Debemos reconciliarnos a partir de la verdad y la justicia.
¿Qué planes tiene para el futuro de su carrera?
Estoy adaptando la novela de Arnoldo Gálvez Suarez que se llama “Los jueces”, la cual ha ganado algunos premios literarios.
Arnoldo y yo estamos trabajando en el guion y ya estamos muy adelantados. La historia es sobre un barrio de clase media baja que vive al lado de un asentamiento y ocurre un conflicto entre ellos.
En la historia los vecinos se convierten en jueces y buscan hacer justicia por su cuenta.
Además, tengo ganas de hablar de la violencia de la ciudad pero sin ser muy explícito, por eso planeo trabajar un documental sobre el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (INACIF), que es el receptáculo de estos cuerpos que son producto de la violencia.
Antes las personas que morían o desaparecían por razones políticas, pero ahora es por otros motivos y creo que estos dos síntomas se pueden dialogar.
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