Bozzo no ingresó voluntariamente al penal de Santiaguito, en el municipio de Almoloya de Juárez, en el céntrico Estado de México, para lo que tenía como plazo hasta el viernes 13 de agosto a las 16.00 hora local (21.00 GMT).
El pasado miércoles, la polémica presentadora fue procesada por un presunto delito fiscal que sobrepasa los 12 millones de pesos (US$602 mil) al vender un inmueble embargado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y se le impuso prisión preventiva.
Dicho embargo pretendía garantizar el cumplimiento de una deuda por 13 mil 769 millones de pesos (US$690 mil 750) y al comercializarlo incurrió en el delito de “depositario infiel” por el que podría ser castigada de tres a nueve años en prisión.
Por medio de sus abogados, Bozzo promovió un amparo con el objetivo de obtener una suspensión provisional que impidiera su captura, argumentando problemas de salud.
Meses atrás, se informó que la conductora, radicada en México desde hace años, había solicitado un acuerdo reparatorio para pagar un adeudo fiscal y evitar con ello su llegada a la cárcel.
Este no es el primer conflicto que Bozzo tiene con el fisco mexicano, puesto que en 2018 fue acusada de evasión fiscal por 17 millones de pesos (US$853 mil), al no haber pagado varios impuestos.
En aquel entonces, Bozzo aseguró ser “muy bruta para los impuestos” y que se trataba de un problema derivado del mal manejo de algunos de sus contadores.
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La conductora conoció la fama en México gracias a su programa Laura en América (1998-2008), grabado en su natal Perú, en donde la también abogada atendía casos de violencia familiar, adulterio y adicciones.
El programa fue criticado en diversas ocasiones por la ridiculización, violencia e insultos hacia los participantes.